29 abril 2017

ATISBO ANALITICO 257.¿Con que ESTADO se va hacer el abordaje de la Construcción de Paz en y desde los Territorios Comunitarios?

Atisbos Analíticos  257, Armenia, abril 21 de 2017, Humberto Vélez Ramirez, profesor HONORARIO de la Universidad del Valle; Nodo regional De REDUNIPAZ del suroccidente colombiano, publicación de ecopais, Fundación “estado-comunidad-pais” ; por “un nuevo estado para una nueva Colombia. humbertovelezr@gmail.com, fundacionecopais.blogspot.com/

 










¿Con qué ESTADO  se va a hacer el abordaje de  la Construcción de Paz en y desde los Territorios Comunitarios?

1.723 palabras)

En esta etapa de Pos-acuerdos- La Habana, estamos a abril del 2017, el  tema del Estado  no ha entrado  a hacer   parte de  la Agenda de nadie, ni siquiera de la de los actores directos de la guerra interna y de la negociación; en un primer nivel de aproximación al asunto del Estado, sólo de paso y como mera  ocasional referencia, de vez en cuando algunos  analistas  lo han traído  a colación con expresiones  genéricas asociadas a  la idea de  la necesidad de “llevar el Estado a las Regiones”,  de “construir un proyecto nacional de Estado en la periferia del país”, así como  de “enhebrar Estado a partir de las realidades locales y de los procesos participativos de las Comunidades territoriales”.  Pero, por esa vía, este primer grupo de  analistas  no ha logrado llevar el asunto del Estado  a la condición de un  tema central  y auto-sostenido  de la  actual Agenda  de reflexión y de análisis de los problemas presentes y futuros del Colombia. En la actualidad, en esa Agenda nacional, el problema   de la guerra interna ha sido reemplazado  por el de la corrupción pero siempre con la misma y reiterada  tradicional orientación: la de aplicarle, bajo otro nombre,  a los grandes conflictos  de Colombia el mismo “pésimo remedio”  que los generó ocultando así las causas reales de cada problema concreto,  acuciante y comprometedor casi siempre para una u otra fracción del bloque en el poder.

A guisa de ejemplo, si en 1964 no se hizo en Colombia una reforma agraria no fue porque las elites dominantes   realmente le creyesen a Alvaro Gómez Hurtado el cuento de que por esa vía el país  se iba a desintegrar en lo territorial  con una serie en cadena de “Repúblicas Independientes” sino  porque  en esos tiempos en Colombia no había Estado capaz de  decidirla y ejecutarla; entonces, el Gobierno de Guillermo León Valencia, 1962-1966, mediante el más desproporcionado ejercicio militar que ha habido en Colombia, el de la Operación Marquetalia, le respondió con balas al campesinado empobrecido que la demandaba y lo que se le vino encima a Colombia no fue la eliminación de la  posibilidad de que en muchas regiones surgiesen Para-Estados paralelos fácticos sino una más que cincuentenaria guerra interna, de la que apenas  en este 2017, mediante la Negociación de la Habana, se ha empezado a salir; y ahora en esta etapa histórica pos2017, no como contraste sino como enorme semejanza, dificultoso va a resultar sacar avante el Acuerdo1 de la Habana , el del cambio rural integral, porque   ya son numerosos los indicadores que señalan que en las Economías Campesinas- allí donde viven y habitan y piensan y sienten  y practican y gozan y lloran casi 9 de los 12 millones de personas que habitan en el campo colombiano- todavía no hay   Estado; allí en las más de 80 mil veredas, o territorios comunitarios campesinos, existentes en Colombia, el Estado,  más que una histórica realidad, no  ha sido más que un reflejo engañoso, un  efecto perverso, una dolorosa y apabullante  consecuencia de algo invisible sin huesos  ni carne llamado ausencia estatal.
Pero, como caminero  duende perverso nos sale al paso ahora  una quemante pregunta: si en 1964 no se hizo una reforma agraria porque para la masa de subordinados  allí  donde ellos habitaban no había ni había habido Estado, ¿será que  para este 2017 ya ha logrado existencia, o, por lo menos,  será posible empezar a inventarlo  y a darle forma  en esta coyuntura de oportunidad en la que, como resultado dialéctico de la  Negociación de la Habana, se ha asomado en el horizonte la posibilidad de jalonar en el  país un drástico  cambio funcional y  positivo a partir de una modificación importante de las relaciones sociales en el campo?
 A esta pregunta, en este Ensayo le responderemos con un vigoroso Sí, pero se trata de un “sí” doblemente  condicionado,

1.      ”, si el movimiento social-ciudadano por la Paz  recoge, imbrica  y reintegra los múltiples retazos que, dispersos y sin comunión entre ellos, tiene regados por todo el país en sus contextos, a. regionales y locales; b. sociales-políticos-gremiales específicos; y. cívico mentales individuales, dando lugar a un vigoroso movimiento de Paz de carácter  nacional que tenga peso en la relación de fuerzas que mueven el país; y
2.      SÍ”, si el Movimiento social-ciudadano  por la Paz  introduce en su Agenda, de modo social y participativo, el asunto de la REFORMA DEL ESTADO como uno sus puntos centrales. Y decimos Reforma del Estado porque no se trata de llevar a las Veredas o Territorios Comunitarios el Estado que en la actualidad tenemos los colombianos, un Estado que aunque ha realizado acciones importantes hasta modernizadoras en el nivel central, en su accionar de conjunto ha sido un Aparato de Estado tardío, ineficiente, inoperante, discriminador, corrupto y casi siempre “quedado”.

Como el anterior “SÍ” 2 es el tema central de este Ensayo, digamos de entrada qué es lo que entendemos por Estado. En teoría es la más  importante instancia institucional del poder político, que, como fenómeno de fuerza,  posee el monopolio de la legítima coerción y que, como fenómeno de consenso, es capaz de darle dirección hegemónica al conjunto de la nación .  De todas maneras, sea la sea la concepción que se tenga del  Estado, sea la que sea la caracterización que se pueda hacer del Estado colombiano, sus instituciones, al funcionar, han sido las correspondientes a las de un Aparato tardío, ineficiente, inoperante, discriminador, corrupto y casi siempre “quedado” para atender las demandas e intereses del conjunto  de los subordinados  pero muy eficaz  y pronto y avispado, pero también corrupto, para atender los requerimientos de unas minorías ciudadanas con poder real y con  enorme capacidad  flexible de ejercicio de la subordinación como han sido las distintas fracciones del Bloque en el poder.    

Pero, antes de continuar desarrollando este Ensayo, importa destacar que en la actualidad ni las Farc ni el Estado han formulado, de modo explícito, reflexiones sistemáticas ni mucho menos propuestas orgánicas sobre la reforma del Estado para esta etapa pos-conflicto interno armado. Comprensible es que así haya sido, pues al tema no tuvo cabida en la limitada Agenda de la Habana, sobre todo, porque el Equipo de Delegados del Gobierno de entrada se opuso a que se abriese cualquier tipo de debate sobre el Modelo socioeconómico de dirección del país. De todas maneras, durante el proceso de definición de los cinco Acuerdos Centrales, ambos temas, el del Modelo de desarrollo y el de la Reforma del Estado, de modo inevitable por las rendijas  se abrieron paso siendo siempre bloqueados por los Representantes del Gobierno de Santos. Para la Delegación de las Farc, por cierto, el asunto resultó molestoso, pues su pasado les recordaba  que  históricamente habían surgido con la misión de subvertir el Estado capitalista reemplazándolo por un Estado alternativo; pero, para la Delegación del Gobierno el asunto no era pertinente, pues sus miembros total o parcialmente  adherían al neoliberalismo práctico que, impuesto por la correlación de fuerzas en el mundo capitalista, como principio sine qua non ha postulado que  el mercado, que no  el Estado, es el más importante ordenador de la vida social. Pero si así aconteció en el interior del estrecho diálogo Gobierno- Farc y si como se ha evidenciado que en las 80 mil veredas existentes en Colombia no hay Estado, entonces  se sobre-impone una hipótesis central que enunciamos así: Sin iniciar la instalación, en lo regional y estatal, de una incipiente forma adecuada de Estado será imposible empezar a construir paz positiva  en y desde los territorios campesinos comunitarios. Precisamente hace ya un poco más de 100 años, cuando-  tras la más larga y sangrienta y socioeconómicamente  destructora  de las guerras civiles, que facilitó el zarpazo norteamericano en Panamá-   Colombia iniciaba la transición del siglo XIX al XX, Rafael Reyes dijo que con el “pedazo” de Estado que le había llegado del siglo decimonónico no se podía pensar en jalonar el país hacia el progreso económico. Y por eso, lo primero que hizo fue adecuar el Estado en esa dirección: inició la reforma de las Fuerzas Armadas buscando que alcanzaran el monopolio de la legítima coerción- nada de armas en manos privadas-,  reordenó territorialmente el país asumiendo como eje la noción de departamento, puso en marcha nuevas Políticas Públicas de corte pro-capitalista, previó un nuevo aparato institucional, se asoció con los que tenían algo de dinero para poder poner en marcha una nueva Política monetaria, se abrió al capital extranjero, aun arrodillándosele a Estados Unidos,  porque los ricos de Colombia eran unos pobres en el contexto internacional y apeló a  un sistema de estímulos fiscales orientado a fomentar la producción de algunas materias primas. Es decir, para enfrentar el reto de la modernización capitalista, buscó darle forma institucional a un nuevo tipo de Estado. Lo que hicieron los gobiernos que vinieron hasta principios de 1930, tal vez con la excepción de Carlos E Restrepo  y de Pedro Nel Ospina, fue frenar y echar para atrás muchas de las medidas tomadas por Reyes en procura  de crear Estado en función del progreso económico.

En este Ensayo no es que pensemos que en los últimos años no haya habido en Colombia estudios y hasta importantes  propuestas prácticas sobre la reforma del Estado; lo que hemos dicho es que para esta coyuntura histórica, la de propiciar cambios en el país en su conjunto a partir de una importante transformación  en las relaciones sociales rurales, el tema no ha entrado todavía, de modo sostenido, a hacer parte de la Agenda de casi nadie. En los Atisbos 255 y 256 hemos iniciado una reflexión al respecto muy enhebrada alrededor de la idea de que, por lo menos, la construcción de paz en y desde los territorios campesinos comunitarios, se inicie, como el mínimo de la construcción de un nuevo Estado,  con UN  REORDENAMIENTO TERRITORIAL DEL PAIS MUY ENHEBRADO EN LA IDEA DE LA CREACIÓN  DE LAS REGIONES O ESTADOS REGIONALES, posibilidad con fundamentos  explícitos en la Constitución de 1991.


  

04 abril 2017

ATISBO ANALÍTICO N°256 ASI LOS VIMOS LLEGAR A LAS ZONAS VEREDALES:

ATISBOS ANALÍTICOS NO 256, marzo 31 de 2016, Humberto Vélez Ramírez, RED DE UNIVERIDADES POR LA PAZ, REDUNIPAZ, Armenia-Quindío, “POR UN NUEVO ESTADO, PARA UN NUEVO PAÍS”, humbertovelezr@gmail.com .


 
















ENSAYO

ASI LOS VIMOS LLEGAR A LAS ZONAS VEREDALES:
CON   LA NOSTALGIA BÉLICA Y LA ESPERANZA PACIFICADORA pegadas a sus CURTIDAS pieles
Las Farc sólo se “rindieron” ante la Flor de la Paz en Manos de una Mujer. Fotografía de Marc Riboud,1967contra la guerra del Vietnam.

(A los Universitarios, en sus distintas categorías, Atisbos Analíticos les solicita leer, por lo menos, el capítulo 4 de este Ensayo).

Así concibió Timoleón Jiménez la Pre-Agenda de la reunión con el gobierno,

“1. Sobre “los cambios introducidos en el proyecto de acto legislativo del JEP en materia de participación política de las Farc y sobre  la Cadena de Mando; 2.el atraso en los puntos acordados para llegar a un Cese final del fuego, que se encuentran “todavía pendientes  de cumplimiento por parte del Gobierno Nacional”; 3.la realización del censo socioeconómico, “dentro de los 60 días siguientes de las ZVTN debió realizarse el citado censo” con el propósito de suministrar  la información requerida para facilitar el proceso  de la Reincorporación integral de las FARC-EP a la vida civil  como comunidad y como individuos. Y eso para que sobre la base de sus resultados se identifiquen los posibles procesos y proyectos para vincular  el mayor número posible de hombres y mujeres pertenecientes a las Farc”; 4.ya debía estar construida “la propuesta de gestión y apoyo para un Plan inmediato de Educación” extendido a las comunidades de las ZVTN según la propuesta  de la Embajada de Noruega”; 5. Garantías de Seguridad: “mencionemos no más la implementación  del Acuerdo de Garantías de Seguridad. No se pensará que los guerrilleros estamos obligados a salir como blanco para los sicarios”; 6. Se encuentra también por “desarrollar, lo del proceso  de Reincorporación económica colectiva, la organización de la Economía social y solidaria, Economías del Común, ECOMUN; 6. “falta también la aprobación del PLAN MARCO para la implementación de los Acuerdos sobre la base del borrador que será presentado por el gobierno nacional, el cual debe ser aprobado en el COMPES como “PLAN MARCO DE IMPLEMENTACIÓN DEL ACUERDO FINAL”, que deberá contener los  RECURSOS INDICATIVOS, necesarios para su FINANCIACIÓN, así como la explicitación de sus FUENTES“. “Por lo tanto, el listado de compromisos pendientes es largo, terminó escribiendo Timochenko,  y queremos dejar establecido de una vez nuestra mayor voluntad para cumplir con  todos y cada uno de ellos. Lo hemos demostrado al levantar campamentos rústicos a un lado de donde se construye la infraestructura de las zonas y puntos veredales”. 7.  “Igualmente esperamos la comprensión a fin de hallar la fórmula más viable para permanecer en las zonas y puntos más allá de lo inicialmente pactado, porque así lo impone la realidad del  cumplimiento de los puntos  contemplados en el Acuerdo definitivo”.
“LO DECIMOS DESDE AHORA, aunque la solución del impase no sea tan eminente todavía como sin duda va a suceder…Nos imaginamos ya la alharaca sobre repúblicas independientes y demás con lo que quienes sabemos pretenderán obstaculizarlo todo. No habrá tal. Hablando es como se entiende la gente y es justo que tras medio siglo de destruir, ayuden al fin a construir algo. Es lo que queremos. La Habana  18 marzo 2017”.  (Síntesis de la Pre-agenda pensada por Timoleón Jiménez en su importante artículo “Hablando es como se entiende la gente, lo creemos”, y que casi no se vio reflejada en los resultados de la Reunión Gobierno-Farc, que se realizó en Cartagena el 25 y 26 de marzo y que en este Ensayo se analiza en el acápite2.2).





ABSTRACT

INTRODUCCIÓN
1.    Qué  nos han dicho desde las Marchas.
1.1.  Las Marchas y las Repúblicas Independientes.
1.2.  El 31 de enero Pablo Catatumbo finalizó la última Marcha sin saber que ésta   era “La Penúltima”
1.3.  Una guerrillera que  habló  con  la Voz de la Dalila que llevaba en su vientre: Milena Reyes.
1.4.  La voz de “profesor” de un Experimentado exguerrillero, Fidel Rondón.
1.5.  “Confieso que me costó trabajo acercarme a ellos”, Oficial retirado de la Inteligencia del Ejército.
1.6.  “Lo que nunca imaginé”: El logro de la Paz: Juanita Millán, Teniente de Navío.
1.7.  “Cartas sobre la Marcha Final: La última Marcha con mis dos Mujeres, por un Guerrillero raso”: Romaldo Rodríguez.
1.8.  Visita  de un Grupo Trans a Icononzo.
1.9.  Jorge Ernesto Suarez, el hijo del Mono Jojoy: entre la Ingeniería y los Fusiles.
1.10. Alejandro Patiño, Mayor de la Policía, asesor en la Habana, “El mayor homenaje a nuestros muertos, es acabar la guerra”.

2.      Las Marchas: La Enorme Distancia entre los Acuerdos y  la Realidad.

2.1.  La Estrategia de Implementación  de la Dejación de las Armas.
2.2.  En o más allá de la Reunión de Balance en Cartagena el 25 y 26 de marzo.
2.3.  Preguntémosle ahora al Presidente Santos que para salvar la Paz- lo único presentable y nodal de su gobierno- ¿qué puede hacer todavía en materia de creación de condiciones previas como las de iniciar la gestación de un nuevo Estado, impulsar el diseño de  una Normatividad integral y coherente y asegurarle a ésta  la Sostenibilidad Fiscal?
3.    Hacia una explicación más amplia y sólida  de las dificultades y obstáculos para la adecuación logística de las Veredas.
4.    Las Universidades  y la Construcción de la Paz:  El SUE, ASCUN,la Alianza de Universidades por la Paz de Bogotá, El Pacto Público por una Educación Superior por la Paz,la Mesa de Gobernabilidad y Paz del Eje Cafetero y REDUNIPAZ han sido las Organizaciones que más han hecho por el trabajo conjunto de las Universidades Públicas y Privadas dentro de una división racional del trabajo para la Paz.

Introducción
Cuando al final de la primera semana de enero  llegaron los primeros 100 guerrilleros  a la  Vereda la Carmelita, Puerto Asís-Putumayo, los habitantes del Corregimiento  no lo podían creer. Así  escuchamos  las voces dudosas, pero con un dejo de esperanza, de algunos de sus pobladores,
Pues es un paso demasiado grande para mí, porque eso es como decir ya no más a la violencia, y sí más a la paz”, dijo uno de las habitantes de la vereda. Otros pobladores no podían creer lo que estaban presenciando: la concentración de al menos 100 integrantes del grupo armado, que tras más de 52 años  de alzamiento, de modo pacífico estaban llegando  a hacer la dejación de las armas.  “Nosotros no sabemos si esto sea real o solamente es un dicho como para de pronto encontrar  más adelante algo diferente, porque es que aquí en este país, aquí  eso solamente  es como un montaje”, añadió otro. “Con esto que está sucediendo y que todos y cada uno de los putumayenses estamos aportando con un granito de arena para el proceso de paz tan anhelado por todos, pero que también nos traiga desarrollo en nuestro corredor”,  dijo, expectante,  Marcos Pajoy, presidente de la Junta Comunal de la Vereda la Carmelita. [1]
La Carmelita  fue  una de las 26 Zonas Veredales Transitorias de Normalización, ZVTN, a las que el 18 de febrero del 2017 terminaron de llegar los marchantes de las Farc. Para llegar a la Carmelita, 300 guerrilleros de los Frentes 32,48 y 49  salieron de  Mecaya sobre el río Caquetá, navegaron 10 horas río arriba en 15 lanchas  y 25 canoas motorizadas para llegar a  Rosario, un Corregimiento de Puerto Guzmán; al día siguiente  bajaron por pésimas carreteras en 10 buses, 6 camiones y 15 camionetas hasta Puerto Asís donde por cuatro planchones  entraron a la Carmelita.  En total, hoy 12 de marzo, en el país  ya se han concentrado en las Zonas Veredales 6.934  guerrilleros y guerrilleras de las Farc cuando hace apenas unas semanas  muy pocos, sobre todo en los centros urbanos, daban un peso falso por la palabra “cumpliremos” en boca  de las Farc. De acuerdo con fuentes oficiales, para el traslado de esos 7 miles de hombres y mujeres  hubo que contratar 450 camionetas 4 x 4, 200 camperos o jeeps antiguos, 120 camiones, 30 volquetas, 100 buses, 60 chivas o buses rurales, 80 lanchas, 35 Mulas de carga y 10 tractores[2]; y esto sin contar otros medios de transporte como ciclas, motos, burros, mulas y, en todos casos, los curtidos pies.
Pero, no viajaban solos. Con ellos iban delegados de la Oficina del Alto Comisionado de la Paz, del Mecanismo de Monitoreo y Verificación y de la UNIPEP, La Unidad de la Policía Nacional encargada de su protección; también los acompañaba un zoológico ambulante de 40 perros  y de toda suerte de animales, nutrias, borugos, osos hormigueros y guacamayas, todos ellos como una memoria caminante de la vida que  atrás dejaban. Salvo un solo caso –en el Catatumbo- las Marchas se produjeron sin incidente alguno. También iban con ellos sus hijos, dormiditos en los brazos o en el vientre de sus mamacitas. En una de las últimas marchas, la que llegó a la Vereda La Guajira en Mesetas[3], de los 436 marchantes, 6 niñas guerrilleras se quedaron a tener sus hijos en la Uribe, 65 llegaron a su destino  embarazadas y 95  con los bebés en brazos. Hasta ahora, la guerra y sus decisiones  les habían bloqueado el anhelo de ser madres pregonándolo a los cuatro vientos. Para significar el peso de lo rural en la cultura fariana, de entrada destaquemos, como episodios vivenciales que pueden producir una frenada sonrisa de los citadinos frente a un hecho de paz, que en estas Marchas, como nos lo contó un  curtido marchante,  hubo muchos guerrilleros que en su vida habían hecho un viaje largo en bus y otros muchos que no conocían uno con aire acondicionado; y en algunas veredas hubo otros, que en su propia patria chica, nunca habían pasado “el  puente pueblerino”  subidos a un automotor cuando antes muchas veces lo habían cruzado, de modo agitado, como  punto referencial de un   territorio de guerra. Y como lo narra, en su especie de “Carta  desde las Marchas”, Sergio Jaramillo, Alto Comisionado de Paz, que al llegar a Jardín de las Peñas, el cura párroco tomó su cámara y salió a filmar, “entre pitos y vivas a la paz”, mientras voceaba,
“los recibimos con banderas, no porque sean guerrilleros, sino porque decidieron dejar las armas”.
Y en la plaza de  Dabeiba, unas profesoras de escuela que vieron pasar unas chivas con los miembros del Frente 5 de las Farc, entre “alaridos y llantos”, tomaban fotos de quienes creían haber sido sus alumnos 10 años atrás. Y no se podrá olvidar a Ituango, donde el dueño de una compañía de buses, que durante años no había podido mover un vehículo sin pagar la correspondiente extorsión, ahora prestó sus buses para transportar al Frente 18 de las Farc; este señor “no podía creer que había visto en vida el fin del conflicto armado”.  Pero, exploremos un poco más la Carta del Alto Comisionado de Paz. En ella también cuenta que cuando los guerrilleros del Bloque Caribe entraron a Pondores en el sur de la Guajira, los soldados del Ejército los recibieron con un apretón de manos; entonces, el Coronel español de la Misión que estaba a su lado, le dijo un rato más tarde:” He estado en muchas misiones, en los mismos Balcanes, en Timor, en Afganistán, en Nigeria, y  en ninguna parte había visto algo parecido”. Terminemos, entonces, este acápite con palabras oficiales en boca de Sergio Jaramillo,
“A esos millones de campesinos, colonos, indígenas y afros que durante 3 0 4 décadas han vivido una guerra sin tregua, primero, el cese del fuego y ahora las Marchas les partieron la vida en dos. Hay preocupaciones como la transición. Pero sobre todo hay esperanza. Esa es la realidad que se palpa allá, pero no acá. Por qué? Esta es la pregunta, señores y señoras, que hay que contestar. Mientras tanto, alegrémonos  del final de la Guerra”.
Esta vez, prosiguió el Alto Comisionado de Paz,  es todo un país  el que parece no saber o parece que no le interesa saber que terminó el conflicto, que cesaron los combates, que se acabó el sufrimiento. O por lo menos quienes vivimos apaciblemente en los centros urbanos no nos damos cuenta del final de la guerra, alejados como estamos del miedo con el que han convivido toda su vida los habitantes de tantas partes de la Colombia actual”.[4]
El objetivo específico de este Ensayo no es otro que el de hacerle un seguimiento sistemático a una u otra  de las 26 Marchas sintonizando “la Voz” de sus protagonistas, que en enero y febrero del 2017  recorrieron 8.700 kilómetros dejando apresada, en Cartas escritas desde las Marchas, todas las dimensiones  de su ser en forma de ideas, imaginarios, recuerdos, reminiscencias, análisis, sentimientos, emociones y prácticas, todo ello arrastrado por una tensión  angustiante entre las nostalgias  de la guerra de la que estaban saliendo y la incertidumbre de las esperanzas de paz a las que estaban entrando. Para nosotros los de los Atisbos, en este caso  el más revolcado fue el método de trabajo: nada o muy poco de teorizar para describir y levantar y probar hipótesis y sí mucho de observar, y sobre todo de escuchar, para conceptualizar las experiencias fácticas y discursivas y confrontarlas con los conocimientos acumulados,  ya probados  en lo empírico  o en vías de serlo o no serlo, sobre la evolución histórica del conflicto y, ante todo, sobre la construcción de los Acuerdos de la Habana y el inicio de la implementación en su primera etapa, la de la dejación  de las armas; y decimos dejación que no obligada entrega, pues se trataba  de una guerrilla que militarmente no había sido  derrotada y ni siquiera colocada en condiciones de necesaria capitulación.
Para los Atisbos Analíticos estas Marchas de las Farc hacia las Veredas han sido, sin duda alguna, el hecho político más importante de estos cinco años de negociación pues, en nuestra opinión, la prueba empírica más sólida de que las Farc  entraron a la negociación con una clara voluntad política de acabar la guerra, ha sido el hecho de que el punto central de su estrategia de “concesiones” – y esto va direccionado para los que afirman que no han “concedido nada”- ha sido la entrega final de zonas donde por décadas habían  actuado como “para-estados”; ahí ha residido lo más más paradójico y formidable y esperanzador de su actuación en las últimas ocho semanas de Marchas, en haberle devuelto al Estado regiones que, durante décadas, habían ocupado a partir de una coherente Estrategia de guerra orientada a controlar, decontrolar y recontrolar  territorios. Es ahí donde se encuentra la pertinencia de una idea que sobre la marcha de una entrevista emitió, por estos días, casi de modo espontáneo, Luis Carlos Villegas, Ministro de Defensa,
 esa batalla por la ocupación de territorios que dejaron las Farc, la ganamos ya”[5].
Pero, no se la han ganado, adicionamos nosotros a los grupos y economías ilegales armadas que, de modo sistemático, han empezado a llegar a las tradicionales regiones dejadas por las Farc.
1.    Qué  nos han dicho desde las Marchas
 Destaquemos ahora algunos  aspectos centrales, explorando la moneda por las dos caras, de algunas de las más importantes  Cartas escritas desde las Marchas.
1.1.        Las Marchas y las “Repúblicas Independientes”
“Las Zonas Veredales no pueden volverse Repúblicas Independientes”, dijeron los Altos Militares en retiro mientras el Exgeneral Bonnet denunciaba que los guerrilleros estaban llevando a sus familias y a otras personas para dedicarlas “a cosas muy distintas a lo que se había planeado en la paz”.[6]
Una denuncia así, formulada por Alvaro Gómez Hurtado  fue, entre otros factores, el que más incidió en los inicios de la década de 1960 en  la fundación de las Farc. En ese entonces, el Estado arremetió  contra débiles  y volátiles molinos de viento- dos docenas de empobrecidos campesinos que, desde la región de Marquetalia demandaban una reforma agraria[7]-  provocando una gigantesca Guerra de 52 años que levantó la bandera de una revolución socialista; ahora en el 2017, los Militares retirados le demandan al Estado que, para evitar el peligro de la desintegración territorial del país,  incumpla el punto 1 del Acuerdo, el del Cambio rural integral que no se hizo en 1964, y que, además arremeta contra unas Farc, que, en las 26 Veredas, ya están dejando las armas.
    En esta “desproporcionada y alocada” Ocupación desembocó en 1964 la egoísta denuncia de Alvaro Gómez Hurtado.
Los Excomandantes de las Fuerzas Armadas no podrán desconocer ahora que lo que se pactó en la Habana fueron unas zonas veredales TRANSITORIAS  y que una vez dejadas las armas y fundado el nuevo partido político de las Exfarc, esas localidades perderán el carácter de ZVTN  y que, reincorporados los farianos a la vida cívico-social, podrán residir en los sitios del país que ellos escojan en su condición de ciudadanos formales como también lo podrán hacer los exmilitares incursos en delitos con motivo del  conflicto armado en la medida en que se sometan a la Justicia Transicional.

Hablemos ahora de los Militares activos.

Si en algo o en mucho, ha resultado exitoso el Presidente Santos ha sido  en  la vinculación que logró de la Fuerza Pública al proceso de pacificación tanto en lo relativo a la definición, codo a codo con miembros de las Farc, de aspectos técnico-políticos muy complejos y sensibles de la guerra como en su trabajo comprometido y sistemático en la primera etapa de implementación de los Acuerdos[8], más en concreto, en lo relativo a la Coordinación del Mecanismo de Monitoreo y Verificación, así como en el de  la protección de los marchantes con un equipo de 13.000 policías. Con esta conducta, Santos corrigió la importante  falla de anteriores esquemas de pacificación en los que se pretendió negociar la guerra interna sin contar con la participación activa de los militares en cuanto Administradores del Estado como fenómeno de fuerza y de coerción. Es por esto por lo que es tan importante el punto de vista del General Javier Antonio Pérez Aquino, Jefe de los Observadores Internacionales y Coordinador del Mecanismo de Monitoreo y Verificación,

Pérez Aquino reconoció que había “falta de preparación en la mayoría de las zonas, pero calificó de positiva la decisión de las Farc de entrar allí en las condiciones en que se encontraban, ya que su presencia en estos lugares ‘reduce considerablemente las posibilidades de contacto armado. Esperamos que esto oriente e impulse los trabajos en el proceso para la construcción de los campamentos en las diferentes zonas, a fin de crear las condiciones apropiadas para continuar con los procesos que llevarán a los integrantes de las Farc en su reincorporación a la vida social, económica y política del país. Somos conscientes que para que este proceso sea efectivo se deben consolidar otros aspectos del Acuerdo Final como por ejemplo un adecuado apoyo logístico, las condiciones de seguridad jurídica, física y socioeconómica que permitirán su tránsito a la vida civil. Hoy día tenemos frente a nosotros el desafío de asegurar que este proceso siga avanzando, preservar y fortalecer la confianza entre las partes y de la sociedad frente al procesos para concretar la paz’ ”. [9]
1.2.        El 31 de enero Pablo Catatumbo finalizó la última Marcha sin saber que ésta   era  la “LA PENÚLTIMA”.
Catatumbo fue el primer miembro del Secretariado en ubicarse en una zona de desarme. El 31 de enero del 2017, decidido a cumplir lo acordado, inició la Marcha hacia la Vereda la Elvira, Buenos Aires-Cauca; aquel día así inició su Carta desde la Marcha que, de modo sugerente, tituló “Mi penúltima Marcha”:
“Desperté en la explanación con una sensación que hacía largo tiempo no sentía: la de tener que levantar el campamento temprano e iniciar una marcha. Con una diferencia. Esta, se supone, sería la última marcha guerrillera. A todos los que pernoctábamos en el punto de recepción  nos invadía una mezcla rara de sentimientos. Cada uno preparaba su equipo de campaña y limpiaba su arma de dotación alistándose para el día que se suponía iba a ser especial y así resultó ser”.
Aquel día los preparativos duraron más de lo normal, pues mientras 3 grupos iniciarían la marcha a pie hasta la zona veredal en la parte alta de la Elvira, los grupos provenientes del Río Naya y del sur del Chocó, tendrían que navegar por el océano Pacífico y atravesar la Cordillera occidental para llegar a Buenos Aires-Cauca en dos o tres días. Esos obstáculos les impidieron completar ese tarde la concentración en La Elvira. Y así continuó Catatumbo su narrativa sobre la Marcha,
“Caminaron conmigo, Camila Cienfuegos, mi compañera de muchos años de lucha y   avatares y 246 combatientes, hombres y mujeres de todas las etnias y procedencias. Altivos guerreros de ayer, hoy caminaban por un sueño colectivo: parar la guerra e iniciar el duro tránsito a  la lucha política abierta y sin armas. Vecinos del área ondeando banderas blancas nos saludaban y se acercaban a la carretera a acompañarnos… Cuando llegamos al punto, guerrilla y población de la Zona miraban con asombro esa enorme área repleta de nada: ni los basamentos de las áreas comunes, ni los materiales esperados ni un mínimo suministro de agua. El 31 de enero, la Zona Veredal de la Elvira no era más que TIERRA REMOVIDA más una cuanta insuficiente maquinaria”.
Pablo Catatumbo y 247 guerrilleros y guerrilleras, el 31 de enero del 2017 el día de la llegada a LA ELVIRA-CAUCA
“Nuestra reacción fue entonces seleccionar  50 camaradas  para que pernoctaran en el lugar y colaboraran con las obras. Asumieron la tarea de armar  un pequeño campamento móvil. Después de esto y de agradecer  fraternalmente a las comunidades del lugar, volvimos a los puntos de reagrupamiento con la certeza de haber cumplido y la incertidumbre sobre la espalda acerca de la capacidad de cumplimiento del gobierno. La lentitud institucional  hizo de Buenos Aires la penúltima marcha guerrillera. Lastimosamente  la marcha de la última depende de la capacidad del gobierno de dar cumplimiento a lo Acordado”.[10]
1.3.        Una guerrillera que  habló  con  la Voz de la Dalila que llevaba en su vientre: Milena Reyes.

En su narrativa, con sabor a selva y con olor a bebé, “Cartas desde la Marcha Final: Los colores y sabores de la Selva” , nos cuenta que, quinceañera, ingresó a las Farc  y que ahora con la llegada de la paz  podía hacer realidad el sueño de ser madre, pero que antes cuando le  hacían esa pregunta, ¿quieres ser mamá?, simplemente respondía,” yo no quiero traer hijos para la guerra, para la guerra nada”, pero que hoy,
 “pronto tendré conmigo a mi pequeña Dalila. La sensación que estoy experimentando es tan fuerte que siento que  se me va a salir el corazón. Nunca pensé que a una, un bebé le transformara la vida de esa manera, más cuando se es guerrillera. Ahora tengo la certeza que mi pequeña Dalila recorrerá conmigo la zona veredal de Icononzo, donde juntas, al lado de su padre, nos reincorporaremos a la vida legal”.
Esto no obstante, Milena destaca que no le ha sido fácil adaptarse a la nueva realidad; que ahora aunque el momento histórico les estaba marcando una nueva fase de vida tanto como combatientes como ciudadanas, sin embargo la selva colombiana  en los últimos años había sido para ella su casa, su refugio, la Universidad de su vida siendo este el sentimiento que llevaba clavado en su corazón porque
“fueron años de aprendizaje al lado de mis compañeros en medio de la guerra. Esa casa natural que nos dio cobijo durante tantos años de lucha y que por lo tanto no es fácil abandonar… Pensando en todo esto con lágrimas en los ojos puedo decir que me abarca un sentimiento de tristeza que no sabría describir…Sólo sé que llevaré por siempre en mi alma  los colores y los olores de la selva colombiana; de la selva de los miles de verdes que me vieron crecer como combatiente, como luchadora. En unos meses iniciaremos un nuevo camino en nuestras vidas, el tránsito a la vida legal, a la vida que dejé congelada cuando era una adolescente. Con la llegada de la paz, me espera también una nueva vida porque he decidido ser mamá”, terminó escribiendo esta exguerrillera que hizo parte de la Delegación a la Habana donde  fungió como camarógrafa, fotógrafa y reportera.[11]
1.4.        La voz de “profesor” de un Experimentado exguerrillero, Fidel Rondón.

                                            
“Entre Sueños y Fusiles”: La ruptura con las armas es más dificultosa en lo simbólico[12] que en lo real.
Profesor era en el Meta en 1980 cuando la guerra sucia contra la Unión Patriótica lo empujó a entrar a la guerrilla y profesor es ahora cuando en la Zona Veredal de Colinas, rodeado de muchos jóvenes que ya no hablan de guerra ni de armas ni de los misiles antiaéreos que nunca llegaron, participa en sus discusiones  sobre la Constitución Política de Colombia, el Estatuto de Roma,  la Jep y  la Ley de amnistía; su trabajo  por estas semanas ha estado orientado a coordinarles sus lecturas y mantenerles los materiales bien fotocopiados, así como a participar en sus debates. “¡Qué ironía, escribió en su Carta desde las Marchas[13], leer ahora la Constitución, cuando antes subvertíamos el orden establecido por ella!”. Ayer, hace 28 años, cuando ingresó a las Farc, “sabía que vendrían años duros- aprendizajes, marchas, guardias, ranchas, emboscadas, alejamiento de la familia-“, pero  Hoy, 4 de marzo del 2017, se encuentra de cara a “la incertidumbre de una forma de vida diferente, alejado de las armas y de esa extraña emoción que se siente al jugar al gato y al ratón, o al ratón y al gato, en el terreno donde se libró una vez la guerra de guerrillas”.
Contrastante parece ser emocionalmente para Rondón su actual incertidumbre frente a su futuro, incertidumbre atizada por la difícil ruptura con el apego al fusil que encarna su ideario de rebelión,
Al sentir por última vez un fusil en nuestras manos, ahora que sólo lo descolgamos de una horqueta para hacerle el aseo, mirar nuestra pistola y acariciar las últimas veces las granadas M-26, las que una vez nos sirvieron para improvisar minados de último momento…”; esto no obstante, “en muchos años por venir, cuando los Excombatientes nos encontremos en la calle, ya con hijos, con nietos, …hablaremos que valió la pena haber dedicado la parte más valiosa de nuestra vida a lo que hicimos, por un poco de paz, otro poco de tolerancia y mucho más de democracia. Qué coincidencia, estoy terminando esta vida productiva con el mismo trabajo con el que comencé, de profesor, en un aula como en 1980 cuando me posesioné en la Secretaría de Educación del Meta. Otrora jóvenes estudiantes, ahora jóvenes guerrilleros, no se diferencian; éstos  también se preparan para “ser alguien en la vida”. A eso nos dedicamos, mientras llueveNo estoy en el lugar equivocado”.
1.5.        “Confieso que me costó trabajo acercarme a ellos”, Oficial retirado de la Inteligencia del Ejército.
Durante las Marchas hubo muchas y complejas y delicadas Operaciones: entre otras, coordinar los movimientos forestales y fluviales y entre distintas instituciones, contabilizar los tiempos, garantizar la alimentación, recopilar cifras; de todo ello se encargó un grupo de 25 militares de la Oficina del Alto Comisionado de paz, que estuvieron en contacto cuotidiano directo con los marchantes. “Años atrás, escribió este Oficial retirado de la Inteligencia del Ejército, era impensable que lo aprendido en las Fuerzas Militares fuera de utilidad para mover a la guerrilla más antigua de América a los sitios  donde dejarán las armas”.
“Confieso, prosiguió, que me costó trabajo acercarme a ellos”; lo logré  porque “tuve entrenamiento en  Derechos Humanos y uno sabe que al adversario hay que respetar, lo que reconocí desde el primer momento que los vi es que eran seres humanos. En los recorridos se notó la confianza con el Ejército y la Policía. Eso demuestra  que en la paz ni guerrilleros ni soldados se sienten solos”.
Digamos que en general, Los Diálogos de la Habana posibilitaron un enorme cambio inter-accionario: ambas partes, de ellas algunos sectores menos  y otros más, hicieron el tránsito de la relación amigos/enemigos a la relación amigos/adversarios, lo que tuvo una primera expresión concreta y más sostenida durante las Marchas en ese juego de interacciones , por lo menos, respetuosas, que se produjeron entre guerrilleros y soldados, lo que  un enorme sector de ciudadanos urbanos no ha logrado, no digamos vivenciar sino, por lo menos, racionalmente percibir y comprender.
                              

Dos Manos Unidas para la Pacificación; pero, permanecerán Unidas para la Construcción de la Paz Territorial?
De derecha a izquierda el Brigadier General de la Policía Nacional Álvaro Pico Malaver; el Brigadier General del Aire Oswaldo Rivera Márquez; el Brigadier General del Ejército Carlos Alfonso Rojas Tirado; la plenipotenciaria María Paulina Riveros; el General del Ejerció Javier Alberto Flórez Aristizábal ; el Jefe de la Delegación del Gobierno, Humberto de la Calle; el Alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo Caro; el Brigadier General del Ejército Martin Nieto Nieto, y el Contralmirante de la Armada Nacional Orlando Romero Reyes. Del Secretariado de las FARC se encuentran Joaquín Gómez, Iván Márquez y Carlos Antonio Lozado. Foto: Oficina del Alto Comisionado para la paz.[14]

1.6.        “LO QUE NUNCA IMAGINÉ”: EL LOGRO DE LA PAZ: JUANITA MILLÁN, TENIENTE DE NAVÍO.
Según la teniente de navío, el diálogo que se está llevando a cabo en La Habana, es un escenario histórico en términos de género.

Hasta hace menos de dos años era la jefe de la Sección de Prospectiva del Comando General de las Fuerzas Militares. Allí se dedicaba a hacer análisis de escenarios sobre el futuro del conflicto y el papel de los militares en un escenario de postconflicto. Ha sido la única mujer militar que ha hecho parte del Mecanismo de Monitoreo y Verificación a nivel Nacional. Que aunque nunca había estado en un campo de batalla, siempre había soñado con el fin del conflicto armado y que por eso le agradecía a Dios y a su virgencita esta oportunidad que había tenido de contribuir a su final, fue lo que más nos llamó la atención al leer su “Carta desde la Marcha Final: Lo que nunca Imaginé”[15],
Al inicio de mi carrera militar, escribió, mi idea de terminar ese conflicto y lograr la paz no era precisamente a través de un proceso de paz, pero la vida, el conocer más la realidad de nuestro país y mis creencias me fueron haciendo cambiar de estrategia para ayudar desde mis posibilidades a acabar con el conflicto, así que me preparé por lo menos desde el punto de vista académico, para aportarle a la paz. Por eso digo que soy muy bendecida porque gracias a Dios y a la virgencita he tenido la oportunidad de participar de forma cercana en todo este proceso.
Que en los últimos dos años que había trabajado en el Equipo del General Javier Flórez encargado de diseñar el modelo del Cese al Fuego y de Hostilidades, había aprendido más que en toda su existencia; que habían sido cientas las horas de preparación, de análisis y de discusión, que habían llevado a lo que nunca se había pensado posible, un Cese al Fuego bilateral y definitivo; que habían sido 6 años maravillosos de conversaciones; y que se sentía feliz porque “en últimas  todos somos colombianos, porque todos nos hemos equivocado y todos merecemos una oportunidad y un mejor país”. Y así concluyó su Carta abierta a la posibilidad de construir en Colombia un objetivo común,
“Sé que tenemos retos mayores, pero tengo la confianza en que tanto los hombres como las mujeres de las Farc…como nosotros encontremos un objetivo común. Esos kilómetros en lancha, chiva, camión, a pie quedarán  en los anaqueles de la historia como un ejemplo en donde militares, policías, extranjeros, amigos y enemigos, trabajaron juntos por un mismo objetivo, como una de las tantas muestras de que sí se puede. Que la esperanza y perseverancia son más grandes que el odio y el temor. Pero lo que hoy es una excepción, espero y sueño con que sea una constante cuando los integrantes de las Farc hagan su tránsito a la legalidad”


1.7.        “Cartas sobre la Marcha Final: La última Marcha con mis dos Mujeres, por un Guerrillero raso”: Romaldo Rodríguez[16].

                                     Romaldo Rodríguez, guerrillero raso, y la pequeña Camila.
A Camila, una gordita de ocho meses  con otros ocho kilos de peso encima, todo la mimaban; que a la bebé todos la querían, que la iban a extrañar mucho, pero que ¡tranquilos!, que ya regresarían por ellos, fue lo que le dijeron sus compañeros y camaradas cuando supieron que, como medida prudencial tomada por el Oficial de Servicio, Romaldo y su familia no harían parte de esa última Marcha. Esa mañana del 31 de enero, Romaldo no sabía nada sobre la decisión tomada y por eso estaba en su  caleta preparándose con el equipo, el  chaleco y los  fusiles, pues saldrían  a las once y media.
-       Mi amor, le dijo Romaldo a su compañera, ¿no será que es muy riesgoso salir a marchar con la niña?
-       No, qué va, porque vamos para las zonas veredales; allá hay instalaciones para madres gestantes y lactantes y también un lugar para nuestra bebé, acuérdate que eso es un acuerdo firmado con el gobierno”, respondió optimista la mamá. Pero cuando empacaban, llegó el Oficial de Servicio y les dijo que los tres se quedarían  en la zona de pre-concentración porque, según informes recibidos, en la Vereda no había nada construido, lo que podía ser muy riesgoso para la bebé. Recibida la orden,
le entregamos las armas y no pude evitar sentir un poco de alivio. La verdad es que cuando  uno ya carga esa inmensa responsabilidad de criar y cuidar una bebé, uno quiere protegerla con todo lo que tiene a  mano”.
A partir de este episodio, Romaldo asumió el papel de observador desde la base guerrillera. El tiempo corría y sus compañeros y compañeras iban saliendo a formar una fila, que el Oficial iba contando a medida que se estiraba. Hecho el conteo, iniciaron la Marcha en compañía de Pablo Catatumbo. Aún desde lejos sus compañeros por señas continuaban la despedida.
Romaldo y su compañera se regresaron a la caleta mientras iba pensando, “ a mí me parece que esto fuera un sueño, porque no hace mucho que estábamos envueltos en una guerra que lo único que nos dejó fue muerte y tristeza  ahora parece que por fin va a llegar la paz, que por tanto tiempo hemos estado esperando…”. De repente se volvió hacia su compañera y, muy seguro de sí mismo, le dijo, “ahora sí lo que debemos hacer  es apoyar la paz para que el futuro de Camila y de muchos niños y niñas sea en un país sin confrontaciones, donde todos y todas seamos iguales”.
1.8.        VISITA DE UN GRUPO TRANS A LA ZVTN DE ICONONZO

                                     
Para dialogar sobre identidad y diversidad sexuales, integrantes de la Red Comunitaria Trans, RCT, se fueron hasta Icononzo; hasta ese 27 de febrero de la visita a este municipio del Tolima, ubicado a 5 horas de Bogotá, habían llegado políticos, estudiantes y diversos grupos de la sociedad civil, pero nunca personas “trans” invitadas a dialogar sobre derechos  y diversidad sexual. El grupo estaba coordinado por el comunicador  Guillermo Camacho y por Daniela Maldonado, directora de la Red quienes estuvieron acompañados por varios de sus miembros, así como  por dos realizadores franceses. Estaban expectantes, pues no sabían cómo los recibirían.
“El 14 estuvimos allí, escribió Guillermo Camacho, llenos de temores y prejuicios pensando que tal vez los guerrilleros  nos mirarían como bichos raros, pero, el primero que encontramos, se veía muy joven, nos recibió con tinto, amable y desprevenido. Nos esperaban. El contacto había sido a través de un preso político de las Farc pues, desde el 2013, habíamos conocido a varios en el trabajo que hacíamos en las cárceles de Bogotá. Aquel día  hasta muy tarde escucharon los relatos que les hacíamos sobre las violencias y la marginación que vivían los Trans por el hecho de ser distintos, los problemas para continuar estudiando y los líos para conseguir un trabajo distinto a ser putas o peluqueros, amén del karma que significaba acceder al sistema de salud. Todo ello algo similar a la vida clandestina e ilegal que viven los guerrilleros… Esa noche dormimos  en las camas improvisadas en la recepción que había en la zona”.
Al otro día se reunieron con Carlos Antonio Losada, miembro del Secretariado, con quien llegaron a varios acuerdos empezando por la definición de un cronograma para realizar otros encuentros con guerrilleros sobre temas de género, diversidad sexual y salud. Losada, que había estado durante varios años a cargo de las milicias de Bogotá, les habló del interés que tenían en que los guerrilleros se formaran en esos temas porque “la mayoría los desconocían o los malinterpretaban” cuando en la guerrilla, que se alistaba a firmar la paz, había muchas personas con identidades de género diversas”. [17]
Desde los comienzos de esta reunión Mariela Maldonado, la directora del Grupo que ya había participado en varias VIGILIAS POR LA PAZ, había dicho que en la Habana habían podido hablar  gays y lesbianas pero no Trans, que estos también tenían su Propuesta de Paz[18] , que era “imprescindible que la sociedad civil hiciese parte de este proceso y por eso nosotros estamos aquí”.
1.9.        Jorge Ernesto Suarez, el hijo del Mono Jojoy: entre la Ingeniería y los Fusiles.
A Jorge Ernesto le tocó hacer parte del Grupo de la Vereda “Llano Grande”, Dabeiba-Antioquia. “El día de la última Marcha, 31 de enero, sentí alegría y nostalgia, una mezcla de todo lo vivido y por vivir”, escribió en su rico relato “Darle la vuelta a la página de la guerra es una oportunidad”.[19] Nació en las selvas del Caquetá en 1984, pero a los tres meses se lo llevaron a Bogotá donde estudió hasta Décimo Grado en un colegio de clase alta, El San Viator, donde siempre, aún con sus más personales amigos, mantuvo en secreto su origen y procedencia. Pero, Jorge Ernesto los sabía desde los 5 años cuando le contaron que su padre era un guerrillero llanero llamado Jorge Briceño; le hablaron de sus luchas e ideales, lo que fue comprobando de tiempo en tiempo durante su época de estudiante, pues en cinco oportunidades tuvo la oportunidad de ir a estar durante unos días con él. Inició, entonces, el estudio de las ideas de izquierda llegando a sentirse “socialista”, así se lo declaró al periodista Juan Camilo Maldonado, aunque nunca estuvo entre los “revoltosos” del salón.[20] Que “desde niño su anhelo había sido estudiar ingeniería, pero que debido a las amenazas de los paramilitares, sólo le había quedado elegir: o irse para la guerrilla o a estudiar al exterior, lo contó en su narrativa sobre la Marcha. En la actualidad se encuentra convencido que la decisión que tomó hace 16 años, la de irse para la guerrilla, fue la mejor opción. En lo personal, escribió, no fue fácil esa decisión, pues,
“atrás quedaba la familia, el ajiaco, la música de Metallica, muchos amigos, la ida a los estadios los domingos a acompañar  con la Guardia Albiroja a mi santafecito y muchas otras vivencias de la ciudad. Pero que adaptarse a la vida en la montaña, el paludismo, los mosquitos y todos los pormenores de lo que es vivir en una selva húmeda  había sido ‘ALGO MARAVILLOSO’ que se le quedaría para toda la vida”. Que andar las montañas de la Colombia profunda, escuchar sus historias, caminar sus sueños, siempre acompañado de una gran familia, la Fariana, y siempre con “un gran hombre, mi padre, Jorge Briceño, ha sido lo que más he recordado ahora a propósito de las Marchas hacia las Veredas. Con ellos aprendí  que sólo se logran grandes objetivos cuando los sientes…Vi, sentí, las dificultades en que vive la gente en muchas partes del país, ese rostro campesino  en el cual se notan las huellas de lo difícil que ha sido la dura subsistencia en nuestro país… En este tránsito de la última Marcha escuchando a Héctor Laboe y viendo la carretera asfaltada correr, recordé los rostros alegres que los guerrilleros y guerrilleras les imprimíamos, aún en los momentos más difíciles, a la vida. Todo por la vida. Hemos reído pero también llorado; y hoy que las expectativas están puestas en volver a esas SELVAS DE CEMENTO Y FIERAS SALVAJES que son las grandes ciudades, abrazo a quienes nos acompañan en estas Marchas… Darle vuelta a la página de la guerra es una oportunidad para los guerrilleros y guerrilleras que dejamos todo atrás por unas condiciones de vida mejores para el pueblo, sino también para todos los que hoy ven con gran alegría la posibilidad de vivir en una Colombia en paz con justicia social y la posibilidad real  de que todos y todas podamos construir nuevas generaciones, donde la implementación  de los Acuerdos son el bastión fundamental. Vivirán por siempre en mi alma, así como en mi corazón todos estos bellos instantes compartidos durante todos estos años. En mi alma y corazón ese hombre, que es muchos hombres, invencibles en la paz: Jorge Briceño, mi papá.
Al primer Mono Jojoy que conoció fue al de los Noticieros,
“Nunca se me va a olvidar, le dijo a Maldonado, su imagen, “caminando entre los militares y la policía en los corrales de alambres que armaron en los montes… Tal vez los medios hicieron de él una figura violenta, pero él era una persona muy jovial, afable, siempre  compartía con todos y buscaba el bienestar para la gente…Si él estuviese vivo, estaría de acuerdo con el proceso de paz… Cuando en lo del Caguán los discursos se ponían muy tensos en la Mesa, él siempre estaba al tanto de que se lograra distensionar la cosa para poder sacar adelante el proceso…El día del bombardeo en que murió  yo tenía que ir a su Búnquer  a las 2. a.m, pero no me levanté porque cuando me desperté  estaban ya cayendo las bombas allá…”. Lo habían ubicado gracias a  un chip electrónico, que “la inteligencia militar había implementado en sus botas… Con mi padre compartimos cuatro años, pero nunca hubo preferencias. Simplemente yo era un guerrillero más. Eso no quita que no me diera consejos. Muchos de ellos me han servido para este momento tan importante en nuestras vidas”. Puso el ejemplo de las Víctimas: “Ahora, prosiguió Jorge Enrique diciéndole a Camilo Maldonado, que los guerrilleros han empezado a reunirse para pedirles perdón, realmente no sé  con qué Víctimas se habría reunido él, pero estoy seguro que habría ido a hablar con ellas. El problema de la guerra es tan complejo que no ha habido otro Acuerdo en que las Víctimas sean el centro del proceso. Lo que ha ocurrido recientemente – la reunión de Pablo Catatumbo y otros guerrilleros  con los familiares de los Diputados del Valle- es muy importante. Hay que generar esos espacios de reconciliación, porque es allí donde  se valoran los sentimientos de los otros. Es ir más allá del odio. Si no se abre ese espacio, seguramente va a ser muy difícil este proceso”.
1.10.       Alejandro Patiño, Mayor de la Policía, asesor en la Habana, “El mayor homenaje a nuestros muertos, es acabar la guerra”.

Alejandro Patiño, Mayor de la Policía
“Como le pasa hoy a muchos compatriotas, por muchos años sentí la guerra que desangraba a mi país como algo lejano, distante, que no me tocaba a mí, ni a mi familia, ni a mis amigos. A pesar de haber asisistido al entierro  de policías vecinos y de militares amigos de mi familia…sentía que ésta no era conmigo, la veía distante como en las películas…Cuando partí de mi letal Manizales en el año 2000 para ingresar a la Escuela de Cadetes- era la época del Caguán cuando las Farc tenían la mayor capacidad armada-  no dimensioné que lo que realmente hacía era irme a esa guerra, a vivirla en carne propia. Más rápido la vida, mejor la penumbra y la tragedia de la muerte (el asesinato de mi Teniente Meléndez, jóven oficial no mayor de 20 años, a los pocos días de graduarse como Subteniente y posteriormente el homicidio de Puerto (Diego), mi mejor amigo) me recordarían el dolor insondable que produce que los padres, en contra del ciclo de la vida, entierren a su hijos…Llevaré hasta la tumba el recuerdo del funeral de mi mejor amigo en la Escuela. Como dice el  poeta, cuando uno llora no sólo llora por lo que llora sino por todas las veces que ha dejado de llorar…”, he ahí retazos sueltos dignos de una Historia de Vida, que este Mayor de la Policia adelantó en “Cartas desde las Marchas: El mayor homenaje a nuestros muertos es acabar la guerra”.[21]
En los últimos dos años el gobierno colombiano ha tenido como asesor en la Habana al suizo Julián Hottinger, un reconocido experto en Mediación y Abordaje de conflictos macro con amplia trayectoria en Afganistán, Camboya, Nicaragua, Irlanda del Norte, Rwanda, SRI Lanka, Sudán y Siria; en Colombia ha trabajado temas específicos asesorando a la Comisión Técnica del Fin del Conflicto en asuntos  como Cese del Fuego, Desarme  y Reincorporación de los Excombatientes. Conocida es su tesis de que quienes inician y terminan un proceso de negociación, al final terminan siendo personas muy diferentes. Este parece haber sido el caso del Mayor de la Policía Alejandro Patiño quien, al traer a colación la tesis de su asesor, escribió,
Hoy estoy convencido de eso. Y tabién estoy convencido que Colombia es un país distinto gracias a la Mesa de Conversaciones y a la terminación del conflicto armado con las Farc, y que el crepúsculo de un nuevo amanecer nos abre una nueva oportunidad como Nación. Esa esperanza y esa fe renovada es la que he visto en campesinos, indígenas, afrodescendientes del Cauca, Guaviare, Caquetá y Putumayo y con quienes en estos días coordinamos los desplazamientos por ríos y caminos de esa Colombia profunda para ubicarse en las zonas veredales…”.
Entonces, “el  mayor homenaje a nuestros muertos, a sus viudas, a sus huérfanos es acabar la guerra, evitar nuevas tragedias, impedir nuevos ciclos de violencia y rencor, dar una oportunidad a las Farc, pero sobre todo a los colombianos de perdonarnos y reconciliarnos, de reencontrarnos como nación, como hermanos, como hijos de un mismo Dios”.

2.       Las Marchas: La enorme Distancia entre los Acuerdos y  la Realidad.
El 18 de febrero del 2017, en  un nunca visto en Colombia, y quizá en América Latina,  formidable movimiento logístico, unos 7 mil guerrilleros y guerrilleras terminaron de movilizarse  hacia 26 Veredas en las que pasarán los próximos  meses hasta realizar lo más importante e histórico  para la finalización del cincuentenario conflicto interno armado, es  decir, hacer la dejación de sus armas.
Pero, no todo ese aparataje de movilización estuvo en su punto para todas las Veredas terminales pues,
Desde   la “CARTA A TIMO DE LA ULTIMA MARCHA EN EL CATATUMBO”, enviada el 16 de febrero por el Frente  33 de las Farc desde Caño Indio, escuchamos a los caminantes cuando empezaron a reiterar y machacar, que  al gobierno le  había  quedado “grande la logística. Lo que uno ve es que el papel del Gobierno nacional ha sido solamente orientar, pero los encargados de cumplir y hacer cumplir han quedado con las manos libres. Vinieron y preguntaron datos sobre vehículos y alimentos. Pero luego manejaron todo a su antojo. Nos tocó contratar carros y pagarlos nosotros mismos… Sabíamos lo que nos íbamos a encontrar… que no iba a ver refrescos por parte del gobierno, así que los compramos. Querían hacernos comer para el desayuno unos fríjoles congelados, lo mismos que nos tenían para el almuerzo el día anterior y por eso compramos desayunos nosotros mismos. Como sabíamos que adonde íbamos no había nada, echamos telas, madera, varios esquineros y horquetas…Se dice que hay plata  para todo lo logístico, pero ¿quién verifica en qué se están gastando esos recursos? Queda mucha duda. (Subrayado nuestro). De todas maneras, prosiguieron los miembros del Frente 33, se ve mucho ánimo en la guerrillerada  nuestra, aunque nos preocupa que esto se vaya a poner feo más adelante, y que nos empiecen a incumplir todos los acuerdos. Este es más o menos un bosquejo de lo feo. Ahora le relato las cosas que a la guerrillerada  les da  mucha moral. Se trata del respaldo de la gente. Nos acompañaron de principio a fin durante el desplazamiento, en algunos lados nos prepararon la comida… En algún  momento un señor entrado en años nos dijo: ‘hoy los venimos a acompañar, pero si el gobierno no les cumple, aquí venimos otra vez a acompañarlos, para llevárnoslos a donde los trajimos’.  Esto nos despertó clara la idea de que  si el gobierno se mama, el pueblo nos acompañará  a salir de aquí, y volver a las armas, si por desgracia tocara”.[22]
Para el caso de las Marchas, la fuente es  oficial[23], para el 2 de febrero 6.300 miembros de las Farc habían iniciado ya la movilización   hacia 19 Zonas Veredales Transitorias de Normalización, ZVTN y 7 Puntos Transitorios, PTN, ubicados en áreas rurales de 14 de los 32 departamentos que tiene el País llegando hasta ellas por 36 muy variopintas rutas. Lo básico de lo pactado estaba ya en los Acuerdos,
A.    Que contadas a partir del 1 de diciembre del 2016, los farianos tendrían  4 semanas, hasta el 31 de diciembre para ingresar a las Veredas; este proceso no duró cuatro semanas sino casi tres meses, hasta la tercera semana de febrero del 2017;
B.    Que en los primeros 60 días, hasta el 1 de marzo, debía estar destruido el material explosivo y a disposición de la ONU el armamento de apoyo como metralletas, granadas y armas cortas; pero el proceso de entrega de armas a la Comisión de la ONU sólo se pudo iniciar el  1 de marzo con el inicio del registro del armamento personal de dos Grupos específicos de las  Farc, que entre guerrilleros y guerrilleras  sumaban 340 personas;
C.   que el gobierno era el encargado de garantizar la construcción de los campamentos y de su infraestructura, así como de la adecuación logística de las Zonas; pero, a la fecha del traslado total de los casi 7.000 guerrilleros y guerrilleras, última semana de febrero, el atraso, en un aspecto u otro, era notorio y notable en casi todas las Veredas;  
D.   que las Farc colaborarían con su  mano de obra para la construcción de los alojamientos obligándose el gobierno al suministro oportuno del material necesario, pero no pudieron empezar a colaborar porque los materiales no llegaron ;
E.    que las Farc  entregarían la lista de sus hombres  y de sus armas, como requisitos para que la Comisión de la ONU las pudiese recibir[24]; pero las Farc no pudieron cumplir a tiempo este compromiso alegando que, como sus hombres venían desde regiones muy distintas, sólo podían listarlos persona a persona y arma a arma, una vez los tuviesen a todos juntos en sus respectivas Veredas;
F.    Que la Comisión de las Naciones Unidas con sus 500 observadores era la competente para iniciar el registro e inventario y  recolección de las armas en los contenedores; pero, esta operación técnico-política no se pudo iniciar, en la fecha convenida, porque ni las Farc habían podido entregar los listados de sus hombres y armas ni la Comisión de la ONU contaba todavía con sitios adecuados, ni para instalar los contenedores ni  para  sentarse a aplicar los formularios convenidos.
Como, a primera vista se podrá observar, el punto crítico central del entrabe estuvo en el incumplimiento por parte del gobierno de sus compromisos en materia de construcción y adecuación logística.
Una vez firmados los Acuerdos, lo que en definitiva se produjo el 24 de noviembre de 2017 en el Teatro Colón de Bogotá, era necesario construir y poner  en acción las Estrategias de Implementación de tres procesos centrales: 1. El proceso de dejación de las armas, hasta el 1 de junio del 2017; 2. El proceso de Reincorporación de los miembros de las Farc a la vida civicosocial al que, para que madurase, se le debán conceder  unos 10 años contados a partir de junio de 2017; y 3. El proceso de construcción de Paz en y desde los Territorios Comunales, que puede durar unas dos décadas.
2.1. La Estrategia de la Implementación  de la Dejación de las Armas.
Las armas ”solas”, la ONU observándolas y contándolas y los Farquianos “mirándolas a distancia”, algo nunca visto en Colombia en el medio siglo contemporáneo.
Como ya se apuntó, desde su inicio, hubo fallas notorias y notables en la implementación de este  proceso, no porque no hubiese normatividad procesal previamente definida- en la Habana fue el tema que más se discutió y mejor se definió pues, hasta a los detalles se les dio sitio en los Protocolos- sino porque los incumplimientos, sobre todo del Gobierno, trastocaron el cronograma de fechas definido en la Habana.  Entonces, dada esta crítica situación, el francés Jean Arnault, jefe de la Misión Política de la ONU, el 17 de febrero envió  una carta a los miembros de “la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación” en la que les solicitó una reunión con las dos Partes, pues
“en la situación actual, escribió Arnault, la mayoría de los campamentos de las Farc ni están listos ni han sido delimitados con precisión” configurándose así una zona gris que, interpretada de modo distinto por cada parte, podría  conducir a “incidentes graves”.[25]
Pero, de acuerdo con las fuentes oficiosas, si bien se habían presentado algunas dificultades, todas estaban ya casi superadas. Así lo manifestaron, tanto Carlos Córdoba, Gerente de las Zonas como María Angela Holguín, Ministra de Relaciones Exteriores, y Sergio Jaramillo, Alto Comisionado de Paz, al Jefe de la Misión Política de las Naciones Unidas, en carta enviada el 19 de febrero,
El martes 31 de enero, Carlos Córdoba, gerente de las zonas, declaró que había avances por encima del 50% en todas las Veredas, en las que además “estaban listos los servicios básicos para los guerrilleros; tenemos garantizada agua potable suficiente para la gente que llega, servicios sanitarios, cocina con estufa industrial, carpas de emergencia  mientras se construyen los alojamientos kit con frazadas y colchonetas, entre otros elementos”.[26] Por otra parte, este gerente de las zonas, fue el crítico más severo de las presuntas conductas fallidas de las Farc en el proceso de construcción  de los campamentos: “existen zonas, declaró, donde las Farc exigen un polideportivo con cancha sintética y habitaciones en ladrillo con aire acondicionado, quieren baños con piso de porcelana; además de que en algunas Zonas hemos tenido problemas  por consumo de bebidas alcohólicas  y por fiestas. En otros lugares, precisó, las Farc no reciben al ICBF  y después vienen a quejarse con los comunicadores por los niños que tienen allí y en algunos puntos no les gustan  las tejas que compramos en polipropileno y eternit. Simplemente dicen que no les gustan. En Córdoba, les construimos el campamento en un sitio, pero las Farc dijeron  que no, que arriba en la montañita”.[27]
Y  a un nivel más elevado, entre otras cosas, algunas de ellas  tratadas  con un lenguaje poco diplomático, así le contestaron el 19 de febrero María Angela Holguín, Ministra de Relaciones Exteriores, y Sergio Jaramillo, Alto Comisionado de Paz, al Jefe de la Misión Política de las Naciones Unidas, “… a pesar de las conocidas dificultades logísticas -las dificultades  para arrendar los terrenos en zonas remotas del país, las asociadas al pésimo estado de las vías de acceso y las derivadas  de la inexistencia de servicios públicos en esas regiones-;  a pesar de las disquisiciones  de las Farc en terrenos  que no se ciñen a los términos aprobados; y,  a pesar del hecho de que, al menos en dos casos (Tibú y Montañita), sólo  muy recientemente logramos  acordar con las Farc la ubicación de la zona, creemos que  las principales dificultades han sido superadas y la construcción de los campamentos avanza a buen paso, así, la fase 1.construcción de los campamentos (consecución y arriendo de predios) “se ha finalizado en todas las veredas”; la fase 2.construcción de áreas comunes, “se  ha avanzado en un promedio del 80% en las distintas zonas y puntos”; y la fase 3.construcción de los alojamientos  por parte de las  Farc  con la asesoría y provisión  de materiales por parte del gobierno, “se encuentra avanzada en casi  la mayoría de las ZVTN”.[28]
Por otra parte, a través de muchas redes sociales, suelto y fuera de contexto, se difundió con amplitud un pronunciamiento de Sergio Jaramillo según el cual, “las Farc no han permitido avances en algunas zonas veredales”; y de igual forma las Redes sociales reprodujeron sin tacañería  la tesis de los Militares Retirados según la cual, las zonas Veredales podían convertirse en “Repúblicas Independientes”. Sin embargo, la posición de Jaramillo, ya en contexto, había sido más amplia y positiva:
 “Por ver los árboles, dejamos de ver el bosque, dijo Sergio Jaramillo, Alto Comisionado  de la Paz, porque el proceso avanza bien en términos generales, es emocionante ver la esperanza de las comunidades con la llegada de la paz; y al examinar los  retrasos destacó tres razones, 1.porque hace poco acordamos esas zonas; 2.porque hay zonas que se establecieron en lugares inaccesibles; y. 3.porque hay exigencias de las Farc que no se corresponden con  lo que se acordó con el Secretariado”.
Por su parte, el General Florez le salió al paso a los enemigos de la pacificación, a todos aquellos interesados en agrandar, magnificar y generalizar hasta los más pequeños desacuerdos técnicos en aspectos relacionados con la logística de la adecuación: al respecto precisó,
“estamos monitoreando con 13 mil uniformados  cada una de esas zonas y ‘no hay ninguna república independiente, no hay repúblicas independientes’, como lo han señalado críticos del proceso de paz.[29]
 No hay Repúblicas Independientes”, General Flórez
Por su parte, las Farc le respondieron a Carlos Córdoba, gerente de las Zonas, señalándole que  no habían hecho exigencias  en  la adecuación de las zonas   que no estuviesen en los Acuerdos. Pastor Alape destacó que Carlos Córdoba no había dicho la verdad, que los problemas no eran de la guerrilla sino de contratos mal realizados y de desembolsos; Córdoba, destacó,  “es un mal administrador y miente sobre las zonas veredales como cortina de humo para justificar una mala gestión”. Por su parte, el farquiano Carlos Antonio Lozada manifestó que “no deseaban generar una polémica con el gobierno, pero que la implementación” se había venido encontrando con dificultades. [30]
Tres  días después, el 22 de febrero,  el Estado Mayor de las Farc envió una Carta al Jefe de la Misión de la ONU, altamente contrastante con los contenidos de la que le habían remitido a éste los dos Altos Representantes del  Gobierno,
“Nos parece, dijo El Estado Mayor en una consideración central de la misiva, temerario el apunte gubernamental de que el Mecanismo  de Monitoreo  guarda silencio ‘ante muchos hechos violatorios de los protocolos que rigen el CFHBD y la  dejación de armas’. Esta no es otra cosa  que una acusación  a las Farc de estar violando los protocolos, lo cual desconoce todos los esfuerzos que hemos hecho para llegar a las zonas de Vereda, a pesar de la falta de gerencia y de la improvisación del gobierno. Entre tanto el militarismo se mueve y se extiende a sus anchas amenazando y asesinando a dirigentes populares en las áreas dejadas por las Farc e incluso en sitios aledaños a su actual situación”.
Para esta fecha, 22 de febrero, el último contingente guerrillero  había ya llegado  a la ZVTN de Montañita-Caquetá culminando así el ciclo  de ubicación de las Farc  en 26 zonas  “sin que en ninguno de ellas existiese la infraestructura para albergar a los guerrilleros en condiciones de normalidad”.
“Están pernoctando, prosiguió El Estado Mayor Central de las Farc, en  cambuches improvisados sin que sea cierto que el 80% de las áreas comunes estén concluidas,  como  lo han afirmado la Canciller y   el Alto Comisionado de Paz.  Si hay demoras  en las construcciones  ha sido porque los materiales no han llegado a tiempo, aunque   advertimos en la última etapa mayor empeño de parte del gobierno en resolver este tipo de dificultades. Importa destacar también que la llamada fase 3  de la construcción de la infraestructura- la de construcción de alojamientos- no es responsabilidad de las Farc sino del gobierno. No obstante, estamos poniendo toda nuestra colaboración, sin que ésta aparezca consignada en los protocolos, para sacar adelante la obra. Pero, insistimos, todavía no hay áreas de recepción en la mayoría de esos lugares y están sin resolver problemas como el agua potable, la energía, la conectividad y la viabilidad”. Entonces, el Comando Mayor Central se preguntó, “Si no hay campamento, qué protocolos pueden invocar que no sean los del sentido común? Si no están terminados los campamentos, dónde piensan ubicar los contenedores de la ONU para recoger el armamento? De todas maneras, concluyeron, la guerrilla ha actuado de manera disciplinada, responsable y con absoluta cordialidad e integradas a las Comunidades, a las que agradecemos su cálido recibimiento”. [31]
En este pronunciamiento los Farianos se mostraron partidarios de la recalendarización del proceso de dejación de las armas. Aún más, propusieron que antes de reprogramar  las fechas para la dejación de las armas, se definiesen plazos  para la materialización de los aspectos de los Acuerdos que ya se deberían estar cumpliendo, así como para una implementación plena del conjunto de ellos. ¿Cómo  es eso, se preguntó El Estado Mayor Central, que a 45 días de aprobada, no ha sido posible empezar a aplicar  la ley de Amnistía? Por otra parte, según ellos, desde la institucionalidad se habían agudizado los ataques contra unos Acuerdos, en su generalidad, ya aprobados  por el Congreso propiciándose ahora,
“de mala fe, la persecución a delitos de ejecución permanente”; estamos dispuestos, agregaron, a presentar a la mayor brevedad posible la lista de los compañeros que por todo el país  van a hacer pedagogía de paz, pero, ¿cómo completar esos nombres si seguimos esperando la liberación de los amnistiados, pues ni siquiera los indultables por la vía de la ley 418, han terminado de salir de las cárceles? El cumplimiento de los Acuerdos debe ser recíproco. Si el Acuerdo de la Habana fue refrendado por el Congreso, por qué  algunos voceros de la institucionalidad pretenden ahora modificar el texto de los compromisos? Que la implementación no sea ahora convertida en una nueva negociación”, terminó afirmando El Estado MAYOR Central de las Farc.
Entonces, aunque las Farc habían estado de acuerdo con la recalendarización sugerida por el Jefe de la Comisión de la ONU, sin embargo, terminaron aceptando que la fecha final para la dejación  de las armas en su  totalidad -de las personales y de las más aparatosas, las grupales o de acompañamiento como cohetes o armamento mayor – fuese la ya acordada, el 29 de mayo, aunque con ajustes de tiempo y de modo en el proceso. El reciente 1 de marzo la guerrilla ratificó que el desarme era “irreversible”. Pero, de acuerdo con lo reconvenido, ese día no hubo dejación del 30% del armamento, sino que los 322 guerrilleros y guerrilleras, que las Farc habían incluido en el Mecanismo de Monitoreo y  Verificación del Cese al Fuego, así como para hacer Pedagogía de paz, fueron los que   iniciaron el proceso del lleno de los formularios para la entrega de las armas personales especificando el tipo de arma, el calibre, el modelo y el nombre (el alias) de quien la portaba. Según la Comisión Política de las Naciones Unidas sin realizar primero el registro de cada arma, no podía comenzar la entrega del armamento. Sobre estos cambios, manifestó de modo comprensivo Arturo Alape, Miembro del Secretariado.
“el comienzo del desarme es irreversible y eso es lo que hay que mostrarle al país, no nos pongamos a enredarnos en fechas, que lo que hacen es confundir y enredar”. [32]
Producidos los notorios atrasos y reconvenido el proceso de la dejación de las armas hasta el 1 de junio,  el pasado 18 de marzo Timochencho escribió un aterrizado y orgánico texto en el que le salió al paso a muy posibles otros atrasos, dificultades, obstáculos  y amenazas que  con seguridad se cernirán sobre los otros dos procesos centrales de implementación, la Reincorporación de los miembros de las Farc a la vida cívico-social y la construcción de Paz en y desde los Territorios Comunales; “Hablando es como se entiende la Gente, lo creemos”, fue el título con el que bautizó un documento, que irá para largo como un importante referente.[33]
”Hablando es como se entiende la Gente, lo creemos”, Timochenko, 18 marzo 2017.
“No siempre las realizaciones humanas, escribió Timochenko, pueden ajustarse  de manera exitosa a las previsiones de quien redacta un texto, que luego hay que materializar en hechos y acciones”; alega como fundamento de esta tesis, el trecho existente entre las normas y la realidad- lo que en nuestra opinión es más válido en un país leguleyo y santanderista como Colombia-  y también pretextó que “ si el Estado colombiano y las Farc permanecimos enfrentados a muerte durante medio siglo y luego conseguimos poner fin al conflicto de manera civilizada, ello pone de presente que las posiciones extremas del todo o nada, nunca conseguirán lo que por el contrario se conquista por vía del razonamiento y el debate pacífico. ¡Cuánto nos costó no haberlo comprendido antes!”. (Subrayados nuestros) “Estimando en todo su valor y significación el Acuerdo Final, es natural que nos inclinemos por la posición de no hacer de los problemas que emergen el motivo de nuevas discordias. Es mejor hablar y encontrar las soluciones más prácticas”. Fueron “los odios y resentimientos los comportamientos y actitudes que precipitaron al país al desangre”. Nuestra mejor voluntad “la hemos demostrado al levantar campamentos rústicos a un lado de donde se construye la infraestructura de las zonas. En sentido estricto podríamos alegar que aún no estamos en las zonas, pues a estas alturas no están construidas. Pero, no nos interesa en absoluto obrar así. No sería serio. Hemos conversado con el alto gobierno y de un modo u otro procuraremos ponernos de acuerdo para dar solución negociada a cada una de las dificultades”.
Pero, no obstante esta posición moderada y conciliadora de Timoleón Jimémez, determinada por el valor elevado que le asignaba a los Acuerdos logrados, según la investigadora Katherine Aguirre, no se podrá pasar por alto la delicadeza del hecho de que[34], en el momento más importante del proceso de paz y en el inicio mismo de la dejación de las armas, hayan surgido “problemas e interrogantes” que han complicado la etapa más allá de lo previsto. No obstante que el proceso de Reincorporación de las Farc a la vida civil y social se mantenga sobre el horizonte hasta el 1 de junio del 2017, no deja de ser delicado el que, para finales de marzo, todavía no haya claridad sobre procesos técnicos asociados a registros, inventarios, recolección y almacenamiento del conjunto del  armamento, ni sobre  los Milicianos, que en este  momento son una incógnita en cuanto a su número y actitudes y conductas reales de cara a los Acuerdos, tal como se ha advertido en la Zona de Tumaco.[35] En un país como Colombia y en el caso de una negociación política macro, el asunto de la dejación de las armas no puede suscitar dudas. Algunos expertos de la Inteligencia Militar  han calculado que los 80 Frentes Guerrilleros, más las redes de apoyo, podrían tener 45 mil armas,  30 mil largas como fusiles y metralletas y entre 15 y 20 mil cortas como pistolas. [36] Este no es un asunto simplemente técnico en el que ha habido “un avance parcial pero substantivo”, como el 28 de febrero lo caracterizó la Misión de la ONU[37], sino que tiene también una muy importante dimensión política, pues como ha escrito la citada investigadora Aguirre,
 Una entrega incompleta o cualquier posible  desvío o robo, “adquieren en Colombia mayor gravedad, donde hay una multiplicidad de actores armados para quienes cualquier disponibilidad  de armas es una oportunidad…Esta etapa del proceso es una de las más críticas, pues es la que verdaderamente marca el inicio de la paz con las Farc”.
Entre largas, fusiles y ametralladoras, y cortas, pistolas, las Farc tendrían 45.000 armas.
2.2. En o más allá de la Reunión de Balance en Cartagena el 25 y 26 de marzo.
Precisamente el 25  y 26 de marzo se reunieron en Cartagena representantes de los dos partes que negociaron en la Habana con asistencia  del presidente Santos y Timochenko para realizar un balance del estado de la implementación de los Acuerdos. No obstante la existencia de  una Agenda Común (1.trámite de las  reformas constitucionales y de las leyes; 2. garantías de seguridad tanto para las Farc como para los líderes sociales; y. 3. los problemas que se suscitaron durante la construcción de las Zonas[38]), parte y parte, tenían in pectore otros asuntos y miradas que buscarían introducir. Para el gobierno, el cronograma de entrega de armas y la presunta participación de miembros de las Farc en política; y para las Farc, varios problemas nucleares explicitados por Timoleón Jiménez en el ya aludido  documento “Hablando es como se entiende la Gente, lo creemos”. De acuerdo con Sergio Jaramillo, ACP, la reunión era para, 1.examinar el avances de los compromisos; 2.tomar decisiones de fondo sobre los problemas existentes; y 3.acelerar la implementación porque “como en todos los procesos de paz,  los primeros años son los más importantes para el cumplimiento de lo pactado”. Por su parte, Timochenko en su documento del 18 de marzo había anticipado una pre-agenda así,
“1. Los cambios introducidos en el proyecto de acto legislativo del JEP en materia de participación política y la Cadena de Mando; 2.El atraso en los puntos acordados para llegar a un Cese final del fuego, que se encuentran “todavía pendientes  de cumplimiento por parte del Gobierno Nacional”; 3. La realización del censo socioeconómico, pues ‘dentro de los 60 días siguientes de las ZVTN debía realizarse el citado censo con el propósito de suministrar  la información requerida para facilitar el proceso  de la Reincorporación integral de las FARC-EP a la vida civil  como comunidad y como individuos, constituyendo ésta una necesidad para que sobre la base de sus resultados se identifiquen los posibles procesos y proyectos para vincular  el mayor número posible de hombres y mujeres pertenecientes a las Farc’ ; 4.Ya debía estar construida “la propuesta de gestión y apoyo para un Plan inmediato de Educación” extendido a las comunidades de la ZVTN según la propuesta  de la Embajada de Noruega”; 5. Garantías de Seguridad: “mencionemos no más la implementación  del Acuerdo de Garantías de Seguridad. No se pensará que los guerrilleros estamos obligados a salir como blanco para los sicarios”; 6. Y estaba también por “desarrollar, lo del proceso  de Reincorporación económica colectiva, la organización de la Economía social y solidaria, Economías del Común, ECOMUN; 7. Y faltaba, además,  “la aprobación del PLAN MARCO para la implementación de los Acuerdos sobre la base del borrador que será presentado por el gobierno nacional, el cual debe ser aprobado en el COMPES como “PLAN MARCO DE IMPLEMENTACIÓN DEL ACUERDO FINAL”, que deberá contener los  RECURSOS INDICATIVOS, necesarios para su FINANCIACIÓN, así como las explicitaciones de SUS FUENTES; “por lo tanto, el listado de compromisos pendientes es largo y queremos dejar establecido de una vez nuestra mayor voluntad para cumplir con  todos y cada uno de ellos. Lo hemos demostrado al levantar campamentos rústicos a un lado de donde se construye la infraestructura de las zonas y puntos veredales”, pero 7. Y para terminar,  “igualmente esperamos la comprensión a fin de hallar la fórmula más viable para permanecer en las zonas y puntos más allá de lo inicialmente pactado, porque así lo impone la realidad del  cumplimiento de los puntos  contemplados en el Acuerdo definitivo”.
“LO DECIMOS DESDE AHORA, aunque la solución del impase no sea tan eminente todavía como sin duda va a suceder…Nos imaginamos ya la alharaca sobre repúblicas independientes y demás con lo que quienes sabemos pretenderán obstaculizarlo todo. No habrá tal. Hablando es como se entiende la gente y es justo que tras medio siglo de destruir, ayuden al fin a construir algo. Es lo que queremos. La Habana  18 marzo 2017”.
Y ¿por qué esas Zonas transitorias  no pueden volverse permanentes? ¿A quién asusta esa posibilidad? Ni  los mismos Militares Retirados que esgrimieron la posibilidad  de que se volvieran Repúblicas Independientes, lo creen posible porque saben que en el actual contexto de dejación de las armas, con las Naciones Unidas y 500 observadores internacionales pisándoles los talones, los Farianos vayan a jugar con una estratagema tan ridícula. Tal como veremos  en el próximo acápite, lo que asusta a los opositores   es que exguerrilleros que hicieron la guerra en muchas de esas veredas con una base social propia, vayan ahora a ejercitar  allí una nueva política institucional de corte crítico.
O una de tres o Timochenko, por prudencia, no presentó en Cartagena  su pre-agenda o la presentó y fue parcialmente rechazada o la dio a conocer y buena parte de sus puntos quedaron para el estudio. La realidad ha sido que, que de acuerdo con El Universal de Cartagena y la Revista Semana, se trató de un evento  cerrado, casi hermético, en cuyos resultados publicitados  nada se dijo sobre la más precisa y detallada pre-agenda de Timochenko. Por otra parte, El Universal de Cartagena, de modo frío y sin ninguna evaluación, se limitó a decir que se identificaron las dificultades y que se tomaron decisiones alrededor de 7 puntos  para terminar recogiendo el punto de vista de un  ciudadano, así,
Que se incorporen rápido a la vida civil a ver si los contratan  como FUERZA PÚBLICA REGULAR DEL ESTADO  para ayudar a combatir a las Bacrim”.[39]
La Revista Semana, en cambio, fue más cálida y evaluativa, pues opinó que, con la implementación, Santos había pasado del infierno al cielo superando la prueba de los 100 primeros días y que, de todos modos, Gobierno y  Farc se habían puesto de acuerdo para ponerle el pie al acelerador.[40] De acuerdo con el escueto Comunicado Conjunto No. 16, las decisiones tomadas en Cartagena fueron las siguientes:
“1. Desarrollo Legislativo: Dado el tate quieto que la Corte Constitucional le había puesto al Fast Track , Gobierno y Farc decidieron priorizar lo referente a la implementación y, en consecuencia, en el mes de abril  el gobierno presentará el paquete de proyectos de reforma constitucional y de ley para el desarrollo del punto 1 del Acuerdo sobre Desarrollo Agrario Integral, la creación de la Comisión de la Verdad, así como de la Unidad de búsqueda de personas desaparecidas; 2. Garantías de Seguridad: “en pocos meses se pondrá en marcha UN PACTO POLÍTICO NACIONAL que garantizará que nunca más  nadie utilice las armas para hacer política”;3. Tránsito a la Legalidad: las Farc se comprometen a entregar el listado de sus miembros incluyendo a las milicias mientras que el Gobierno dará el apoyo necesario a las instancias competentes encargadas del trámite de amnistías para agilizarlas; 4.Reincorporación: para brindar seguridad socioeconómica a los miembros de las Farc, “se definió la oferta institucional   y de proyectos productivos para los hombres y mujeres de las Farc”; 5. Dejación de las Armas: se continuará el programa de dejación de las armas de los integrantes de las Farc  que hacen parte del Mecanismo de Monitoreo y Verificación y de los que iniciarán la capacitación para hacer parte de la Unidad Nacional de Protección; también de los que continúan el desminado humanitario  y  la sustitución voluntaria de cultivos ilícitos. Se continuará el cronograma acordado de dejación de las armas”.[41]
Contrastantes son las diferencias y distancias  entre este escueto Comunicado y la Pre-agenda más desarrollada y precisa y  seguramente polémica de Timoleón Jiménez. Hoy 27 de marzo, Sergio Jaramillo  le dijo a la W de las Farc que éstas ya habían entregado un listado preliminar de 3 mil milicianos y que esta misma semana entregarían el de todos sus miembros. De todas maneras, la información sobre los resultados de la Reunión de Cartagena, en torno a la cual existía mucha expectativa, ha sido muy deficitaria. De todas maneras en el Concejo de Cartagena hubo un encontrón ideológico en torno a esta reunión,
“Ocurrió que el concejal Fernando Araujo Rumié del Centro Democrático presentó una moción solicitando que se declarara no grata la presencia de Timochenko en la ciudad pues, fue lo que dijo, “las Farc  se siguen burlando de los colombianos. Aún conservan en sus filas, privados de la libertad,  a miles de niños y adultos reclutados a la fuerza” y para fundamentar su solicitud apeló “a la tradición heroica de la Ciudad”; entonces, ni corto ni perezoso así le contestó el sociólogo Lewis Montero Polo, “Justamente porque los cartageneros aspiramos  a que nuestro corralito  siga haciendo honor a su título de ‘Ciudad heroica’…se nos impone respaldar con mejor decisión la libertad que implica alcanzar la paz”.[42]
2.3.Preguntémosle ahora al Presidente Santos que, para salvar la Paz- lo único presentable y más nodal de su gobierno- qué puede hacer todavía en materia de creación de condiciones previas como las de iniciar la gestación   de un nuevo Estado, impulsar el diseño de una Normatividad integral y coherente    asegurándole a ésta su Sostenibilidad Fiscal.
Terminado el proceso de la dejación de las armas, lo que sucederá en el mes de junio,  al Presidente Santos sólo le quedarán14 meses de Gobierno cruzados por un año casi del todo electoral. Entonces, si como gobernante de modo activo ha contribuido a sacar avante la pacificación, será poco o nada lo que, como tal, podrá  hacer en materia de construcción de paz. Sin embargo, en  unos puntos prioritarios, el de la creación de algunas de las condiciones previas de un nuevo Estado, así como de diseño de una Normatividad integral y coherente  y de una Sostenibilidad Fiscal explicitada en sus fuentes, tendrá todavía cierto margen de acción, pero muy limitado dado su   enfoque neoliberal de manejo de las Políticas públicas. Para el 1 de junio en adelante, Colombia requerirá aplicar dos Estrategia complementarias de Implementación de los Acuerdos, la una atada a la Reincorporación de los Farianos a la vida cívico-social, y a la construcción de Paz en y desde los Territorios Comunales, la otra; pero mañana será tarde para empezar a construirlas en concreto y en singular  más allá de la generalidad de los Acuerdos en que se encuentran ahora contempladas. Entonces, las preguntas con respuestas tentativas, que se podrán hacer ahora los colombianos, pueden ser del siguiente tipo, 
A.   Mirando hacia adelante, ¿qué  puede prever y adelantar desde ya el gobierno de Santos en materia de avances en una implementación legislativa que cubra las tres etapas, dejación de las armas, Reincorporación y Construcción de Paz positiva?  Se podría decir que casi todo, pues, de acuerdo con el investigador Horacio Duque Giraldo[43], se requiere que durante lo que queda  de este primer semestre del 2017 y pensando en el conjunto del proceso y en la corta vigencia de la vía abreviada del Fast Track, el gobierno prevea y adelante  una arquitectura administrativo-técnica que, entre Actos Legislativos, Leyes y necesarias Normas, le dé  forma a un macro paquete legislativo de, por lo menos, 26 eventos; pero hasta ahora, 26 de marzo, del Congreso sólo han salido tres, la ley de Amnistía, la creación de la figura de los  Voceros de las Farc en el Congreso y la Jurisdicción Especial de Paz, mientras que otros dos se encuentran en sus inicios como es el caso del Estatuto de la Oposición. Los que  piensan que las leyes son para ordenarlas en los anaqueles del Congreso y de los Archivos, nos dirán que, tranquilos, que algún día estarán a la mano  los 26 o más necesarios eventos legislativos, pero una posibilidad así sería muy tardía pues a la vuelta de la esquina se acercan ya los procesos de Reincorporación y de Construcción de Paz en y desde los territorios Comunales.
De todos modos, por estos días, La Jurisdicción de Paz, JEP, el punto más polemizado del proceso de paz, pero, al mismo tiempo, el punto más nodal del Acuerdo Final, fue aprobada en el Congreso. Con 72 cambios, algunos importantes que produjeron alivio en algunos sectores políticos, este Acto legislativo salió aprobado del Senado con los votos negativos de los senadores Antonio Navarro y Claudia López del Partido Verde, la abstención del Centro Democrático y con una muy activa participación crítica de la bancada de Cambio Radical que fue la fuerza del Expresidente Vargas Lleras que mayor incidencia tuvo en los modificaciones  importantes que se le hicieron. El tema que más alborotó los ánimos fue, como ha dicho Semana, “la gabela que tendrán los civiles involucrados en el conflicto, especialmente los financiadores”. El  proyecto originario señalaba que los civiles que, sin pertenecer a los grupos armados, hubiesen contribuido directa o indirectamente al conflicto, podían acogerse “a la Jep” para saldar sus deudas con la justicia a cambio de verdad y reparación para las víctimas, pero muchos señalaron que quienes hubiesen sido extorsionados, en la práctica obligados, podían resultar siendo procesados por la JEP. La observación ganó terreno y por eso, al final se aprobó que los civiles implicados podían “voluntariamente” acogerse  a esa Jurisdicción o para declararse culpables o para  aclarar su situación.  El otro punto duro fue el de la participación política de los guerrilleros responsables de crímenes de lesa humanidad. Entonces, después de mucho debate, se introdujo un condicionamiento a la participación política de los guerrilleros  quienes para participar requerirán de “una Certificación que debe expedir el Tribunal de Paz donde se asegure que la persona cumplió con decir la verdad y con las sanciones impuestas antes de saltar a la plaza pública”. Este cambio fue muy mal recibido por las Farc que lo juzgó “en contravía del Acuerdo”. Y el otro punto difícil fue el de la Responsabilidad de Mando frente a los crímenes de los subordinados. De acuerdo con el Estatuto de Roma, artículo 28, todo Comandante  debe responder por los crímenes de su tropa si tenía información para prevenirlos o castigarlos; ahora se dijo aquí en Colombia, y así quedó rectificado en el Acuerdo que “la responsabilidad del mando no se podrá fundar exclusivamente  en el rango, la jerarquía o el ámbito de jurisdicción sino ‘en el control efectivo de la respectiva conducta, así como en el conocimiento basado en la información a su alcance”.  De acuerdo con la senadora Claudia López por ahí se abrió una rendija para que la Corte Penal Internacional Intervenga.[44]
Por lo tanto, desde ya en lo que resta de este primer semestre del 2017, no importa que la Comisión esté  prevista en los Acuerdos, debe convenirse con las Naciones Unidas cuál va a ser la forma concreta y específica de Monitoreo y Verificación y Seguimiento de la Implementación que operará a partir del 1 de junio para el proceso de Reincorporación de los miembros de las Farc a la vida civil y social designando, por ejemplo,  desde ahora al Jefe de esa Comisión y a sus integrantes. Una acción similar debe impulsarse en relación  con el Monitoreo y Verificación de Acuerdos como, los Derechos de las Víctimas, los procesos de Reconciliación y Perdón, El Cambio rural integral, la participación política de la ciudadanía, el abordaje del problema de las drogas ilícitas y la reforma del sistema político. Es decir, que como se ha venido aprendiendo de la primera etapa, la de la dejación de las armas, nada debe quedar suelto y todo, procesos y subprocesos, deben contar, según los casos, con el acompañamiento internacional en clave de Monitoreo, Verificación,  Seguimiento, Ayuda sicosocial y Asesoría;
B.   Teniendo en cuenta el conjunto del proceso, ¿qué puede hacer Santos ahora para asegurar la sostenibilidad fiscal tanto de ese paquete de implementación  legislativa así como  de la Reincorporación y de la Construcción de Paz? ¿continuar remitiéndole todo a la Cooperación Internacional ya sea real o prometida o de imaginaria y simbólica presencia futura?  
Por ahora digamos que del Congreso no debería salir ningún evento legislativo, que no tenga bases o soportes o fuentes precisas y explicitadas de sostenibilidad fiscal. De no ser así, siguiendo la historia de la producción de legislación en Colombia, a pocos años vista, vamos a estar llenos y repletos de estériles legulayadas y con un  país más atrasado que modernizado y  con mayores índices de violencias. Pero, ¿de dónde, entonces, va a salir el dinero para producir un cambio nacional a partir de una importante modificación de las relaciones sociales en el campo? Casi todos lo anticipamos. De las vigencias presupuestales actuales y futuras pero comprometiéndolas técnica y éticamente desde ahora; de la Cooperación Internacional, que con seguridad en la primera etapa llegará pero con pies de plomo; de un prudencial endeudamiento externo; de la  racionalización del gasto público manejado bajo un enfoque de desarrollo territorial;  del combate auto-sostenido contra la evasión  y la corrupción; de una reforma tributaria realmente estructural que  haga pagar la deuda social que el Estado y las fracciones del Bloque en el poder tienen contraída con los 12 millones de habitantes del campo colombiano; de un manejo certero e imaginativo del ahorro fiscal que generará el mero final de la guerra interna;  y de un Impuesto temporal progresivo de Guerra durante tres años  que afecte, en nada a los tres primeros estratos, un poquitín al cuarto y quinto, de modo mediano a los ciudadanos ubicados entre los estratos sexto y octavo y, de modo importante, a los estratos 9 y10.Que  el financiamiento venga de esas fuentes acumuladas, pero que no  tenga nada que ver con orígenes  dudosos atados a las violencias ya ejercidas ni al narcotráfico ni a la corrupción pública  o privada ni al onegeismo mercantilista que, propiciado por muchas  de las organizaciones provenientes de las sociedades civiles, está campeando por todas  partes en el país y, sobre todo, en su mundo mediático. En lo que se  refiere al financiamiento de la Paz muy oportuno suena lo escrito por Jorge Muñoz el 20 de mayo del 2016,

“Cuando se les pregunta a los miembros del gobierno por la cifra, titubean; cuando se los interroga acerca de cómo se va a conseguir ese dinero, dan vueltas. Es posible que tengamos que pagarlo todos”. El oportunismo corrupto “ya está  frotándose las manos…Miran los ceros a la derecha, vislumbran el contrato, el serrucho, la mordida, calculan la componenda y la marrulla”. Pero, para mantenerlos a raya, “los cooperantes internacionales protegen sus aportes de los oportunistas. La Unión Europea, por ejemplo,  implanta un complejo sistema de verificación que reúne, entre otros recursos, auditorías, evaluación de cumplimiento de metas y verificaciones en terreno que, además, pueden condicionar la continuación de los apoyos futuros”.[45]
De acuerdo con Diego Otero esta guerra interna entre 1964 y 2016  le ha costado a Colombia 179 mil millones de dólares  en gastos de seguridad ciudadana, defensa de la soberanía y del territorio  y gastos en Justicia y otras Entidades para atender al conflicto armado sin que en el cálculo estén contemplados costos, lo ha aclarado el propio  Otero, para el sector privado (secuestros, extorsión, apropiación de tierras) ni los daños  en  infraestructura como la voladura de torres, de puentes y de hidroeléctricas; traducidos a pesos de hoy, esos 179 mil millones de dólares dan más o menos 400 billones de pesos, lo suficiente  para invertir 80 bimillones en vías nacionales, 40 en secundarias, otras 40 en terciarias quedando 20 para la investigación. Si esos 400 billones “dedicados a matarnos  y a destruir el país, precisó Otero, se hubiesen gastado en inversión, Colombia sería en el 2016 un país muy adelantado” y si se hubiesen dedicado a la modernización de las economías campesinas, adicionamos nosotros, Colombia gozaría en la actualidad de soberanía alimentaria con sus actuales 11 millones de campesinos disfrutando de “un relativo bien vivir”. Contrastar, terminó diciendo Otero, que “con el gasto de 10 días de conflicto bélico se tendría para cumplir con los pagos que quedaron establecidos para todos los Excombatiente en los Acuerdos de la Habana”.

 La Cooperación Internacional en dinero no será suficiente, nos tocará a todos meternos la mano al dril, más abajo mientras más recursos se tengan.
Finalmente, así puede ser la tercera pregunta de los colombianos al presidente Santos,
C.   ¿Qué podría hacer Usted en materia de empezar a remodelar el actual Estado para llevarlo no a 26 sino a las 30 mil Veredas que tiene Colombia?
Al observar su práctica privatizadora, habría que contestar que nada o  casi nada, pues en sus 7 años de gobierno ha tendido a pensar  más en el mercado libre que en  la acción interventora y reguladora del Estado. Al ser ello así, inútil sería ahora una discusión con él  sobre la naturaleza del Estado colombiano, pero  sí se podrían lograr unas bases mínimas de consenso si el asunto se planteara en términos de unas notas o rasgos básicos del Estado colombiano en cuanto Aparato de Estado, en cuanto conjunto de instituciones que materializan su estilo de actuación. Sea la que sea la concepción de Estado que se tenga, sea la que sea la caracterización que se pueda hacer del Estado colombiano, sus instituciones han sido las correspondientes a un Aparato, inoperante, tardío, quedado y corrupto para atender al conjunto de la ciudadanía popular subordinada, pero eficaz, pronto, avispado y también corrupto para recoger los requerimientos de la minoría ciudadana, que es  poderosa y subordinante.
Durante los dos últimos años el Alto Gobierno, bajo el liderazgo de Santos, ha sido reiterativo de la tesis sobre el carácter territorial de la Paz subrayando que  el Estado ha estado ausente en gran parte de esos territorios. Importa destacar que en Colombia  no hay 26, como en las Marchas, sino 30.000 veredas, cada una con una población entre  50 y 1.200 habitantes hasta alcanzar a 12 millones de colombianos, razón por la cual, de modo fáctico, han sido consideradas  como un tipo de subdivisión territorial de carácter administrativo de los municipios.  Las Veredas, no obstante constituir un inmensa realidad sociológica, pues la Escuela que casi todas la tienen, es el más importante espacio común y comunitario de los problemas de un núcleo poblacional dado, no poseen rango constitucional  ni legal.[46] Como el Estado no ha hecho presencia en la mayor parte de esas 30 mil veredas, sí lo han podido hacer los actores ilegales armados ya como para-estados fácticos, siendo éste el caso de las guerrillas, ya como estructuras armadas ilegales apoyadas, en muchos casos, por fracciones de las autoridades oficiales y por eso en tantas  de esas veredas  han abundado los cultivos ilícitos y la minería ilegal. Se trata de que el Estado actúe en ellas, como lo ha señalado Alejo Vargas, con presencia militar y cívico-social[47] para empezar a transformarlo a partir de la creación de las Regiones o Estados Regionales. Inoperante y entrabada va a ser la construcción de la Paz en y desde los Territorios Comunales en Colombia, si en el país  no se avanza en el diseño de un nuevo ordenamiento territorial enhebrado alrededor de la creación de las Regiones. Es aquí donde Santos podría cumplir un papel importante en la Construcción de la Paz positiva, si jalona  con decisión lo que ningún Presidente ha intentado hacer en los últimos 26 años, la motivación y el impulso a la discusión de los múltiples proyectos de reordenamiento territorial que, impacientes, continúan durmiendo   el sueño de los justos en los anaqueles del Congreso.

3.    Hacia una explicación más amplia y sólida  de las dificultades y obstáculos para la adecuación logística de las Veredas.
En nuestra opinión, si las Farc no hubiesen estado sinceramente convencidas de su voluntad de paz, ésta, la de las precarias condiciones de la construcción de la logística en las Veredas, habría sido la mejor coyuntura de oportunidad para reversar el proceso de negociación; señalemos también que en la no recalendarización de la fecha final para la entrega de  armas, hubo , más bien, comprensión por parte del grupo subversivo sobre la complejidad técnica del problema pues, bajo nuestra mirada, si se examina la experiencia internacional sobre  el asunto de la entrega de las armas, 6 meses para cubrir todo el proceso, fue para una organización tan culturalmente  enraizada en la violencia subversiva como las Farc, un tiempo muy corto, más  ajustado a las lógicas de “el menor tiempo posible para casi todo lo  de la negociación”, que el gobierno de Santos le imprimó a los diálogos. Recordemos ahora, por ejemplo,  la experiencia del IRA, que tardó 7 años en destruir sus armas, aunque no hizo uso de ellas. Tonny Blair mantuvo siempre un referente claro: sin hacer concesiones  que tuviesen que ver con los principios básicos – como la soberanía británica sobre Irlanda del Norte-, lo central de la negociación era apartar al IRA de su trayectoria sangrienta y encauzarlo por los caminos de la política; por eso y para eso, aprovechó el impulso  de su victoria electoral  en 1997 para  reactivar la negociación con el IRA desde una nueva estrategia: retiró  la exigencia de que el abandono de las armas por parte del IRA fuese un requisito imprescindible para que el gobierno británico se sentase a negociar.[48]
Ojalá que el muy corto tiempo que han tenido   ahora los miembros de las Farc para hacer la dejación de las armas, 6 muy enredados meses que irán hasta el mes de junio, no vayan a pesar y a incidir en la implementación final de los Acuerdos. Lo ideal habría  sido un proceso en el  que ´zona tradicional desocupada por las Farc hubiese sido, ipso facto,   zona  reocupada por el Ejército´ en procura de asegurar así y  allí, por lo menos, la soberanía militar interior por parte del Estado. Pero por lo que se ha venido  presentando, dificultoso va a resultar que esas áreas desocupadas no se vayan a reconvertir en nuevos territorios de violencia. Es éste el horizonte que se vislumbra, pues  si por estas semanas las Farc han hecho el tránsito de 242 municipios a 26 veredas, sectores de las bandas criminales, en cambio, han estado saliendo de 342 municipios ubicados en 31 departamentos en busca de controlar y re-controlar los dos centenares y medio de localidades dejadas por los farianos. Según Ariel Avila, miembro de la Fundación Paz & Reconciliación, en Colombia en la actualidad se pueden distinguir 5 zonas post-Farc:
A. aquellas con nueva presencia del ELN (antes de iniciar la fase pública de la negociación, el trabajo militar de los elenos había sido exitoso al expandirse al sur del Chocó, así como a municipios del norte de Santander y de Arauca);
B. una segunda con presencia de bandas criminales en regiones dejadas por las Farc (se han venido manifestando en Tumaco- Nariño, en Ituango y Briceño-Antioquia y en el Cauca antioqueño con expresiones de homicidios selectivos de más de 70 líderes sociales, así como con amenazas e intimidaciones a la población civil;
C. una tercera con avances de la delincuencia común ( no se trata de bandas criminales sino de grupos delincuenciales que, con la salida de las Farc, han incrementado delitos como el hurto y, sobre todo, el abigeato);
D. otra con  disidencias de las Farc (no han sido masivas pero sí preocupantes en zonas como Tumaco-Nariño, Urabá, Catatumbo, Apartadó e Ituango-Antioquia, Meta y Guaviare); y
E. una quinta signada por  esfuerzos de recuperación por parte del Estado, sobre todo en el sur del Tolima y en el Huila.[49]
Se puede decir, entonces, que en regiones como Pacífico, Cauca antioqueño, Meta, Guaviare, Urabá, Catatumbo - al contrario de lo que con frecuencia  inaudita han venido repitiendo altos funcionarios del gobierno, dizque  que en Colombia ya no hay paramilitarismo pues reconocerlos significaría “darles reconocimiento político” y  que las conductas de las llamadas bandas criminales no se ajustan a patrones de sistematicidad[50]- han surgido y se han expandido neo-estructuras criminales sistémicas, que se han frotado las manos de fruición al observar a las Farc emigrando de sus zonas tradicionales dejándoles el espacio militarmente vacío. Por eso, no han atacado a las Farc en sus Marchas hacia las 26 Veredas. Y eso es lo que  ha acaecido en el campo, pues en las ciudades la ofensiva contra los Acuerdos de la Habana la ha liderado el Centro Democrático de Uribe Vélez, quien a punta de dominación mediática populista y moralista, ha polarizado al conjunto de la población colombiana. En la fase actual de implementación de la dejación de las armas lo ha hecho poniendo a correr otros caballitos de batalla asociados a “los grandes males y perversidades que habrían signado” la adecuación logística de las ZVTN, razón por la cual  en el futuro inmediato se convertirían en Repúblicas Independientes.
En realidad de verdad que “esas grandes perversidades y problemas de las 26 Veredas”  no han sido más que unas muy lógicas diferencias que se han presentado entre Gobierno y Farc con respecto a la construcción de los alojamiento o en relación con pequeñas disidencias que, se han presentado en las Farc, y que los enemigos de la pacificación  han denominado “insubordinaciones de la guerrillerada”. Pero, como lo que les interesa es fijar en la mente y en la subjetividad de la ciudadanía la idea o sentimiento o imaginario de que el país se encuentra al borde de una HECATOMBE[51], entonces, desconocen o tapan u omiten decirlo, que hace más de un año que en Colombia no muere un soldado a manos de las Farc y que, si no fuera por otras válidas razones, el Hospital Militar de Bogotá ya habría sido cerrado, pues a él hace meses que no llegan heridos provenientes de los campos de batalla en donde se habían enfrentado soldados y guerrilleros. Pero, esto no obstante, en una sociedad que, como la colombiana, presenta uno de los sistemas de Justicia Ordinaria más impunes e ineficaces del mundo[52], los habitantes urbanos le creen a pie juntillas a la oposición  cuando, a voz en cuello, gritan a diestra y siniestra que el  país se encuentra  al borde de una HECATOMBRE INSTITUCIONAL  por haber creado una Justicia Semi-estatal  y Especial y Transitoria de Paz, paralela a la Justicia Ordinaria orientada sólo y exclusivamente para abordar las consecuencias judiciales de 8 millones de Víctimas que ha arrojado el conflicto armado, así como para proteger  sus derechos  en condición de tales. ¿Es que acaso la ineficaz Justicia Ordinaria que predomina en Colombia podrá abordar y solucionar, de modo creativo para la sociedad y para las Víctimas, tan tremendo problema? Los que hemos venido trabajando los problemas de la Paz, nunca hemos visto a la oposición explicándoles, de modo sereno y racional,  a sus seguidores cuál es el carácter, alcances y consecuencias de la Justicia transicional, pues, en general, ha sido desde la post-verdad, acompañada de ficciones y de cierta dosis de validez, como han podido enhebrar sus reiteradas y cotidianas ofensivas.
  La post-verdad, acompañada de cierta dosis de validez y de mucha ficción efectista, ha sido su método privilegiado de discusión.


Un  buen porcentaje de la ciudadanía urbana de Colombia, acostumbrado a mirar la guerra interna del país como una película dominguera  más, de modo pertinente podría ser examinado bajo la lupa  de la obra de  teatro de 1951 de Jean Paul Sartre “El Diablo y Dios”: como se proclama en ella, “cuando los ricos se hacen la guerra, los pobres ponen los muertos”, como decir que, por lo general, cuando los dominadores toman decisiones para el logro de sus objetivos personales y corporativos, poco o nada se preocupan de las consecuencias que de ellas se deriven sobre los que ejercen el poder.[53]
Precisemos, entonces, que desde el 1 de diciembre de 1916, cuando se inició el proceso de dejación de las armas, una de las  diferencias técnico-políticas más importantes que ha habido entre Gobierno y Farc  ha sido en relación con el carácter de las viviendas[54]: por considerar a las Veredas como una zona de alojamiento temporal, el gobierno siempre ha tenido la mirada de “las carpas” a diferencia de las Farc, que por considerar que con seguridad muchos de sus miembros se quedarán a vivir allí, han demandado viviendas más consistentes “de ladrillo, cemento y madera y con servicios adecuados”. Esta diferencia técnico-existencial ha sido magnificada y maximizada por las distintas categorías de enemigos de la pacificación presentándolas como demandas de suntuosidades por fuera de  una lógica realista y de los Acuerdos, operación discursiva mediática, que busca y sigue buscando, por muchos medios, que los exguerrilleros no se queden a vivir allí, no porque realmente crean que, bajo la mirada de la ONU y de 13 mil  policías que los protegen, van a crear “Repúblicas Independientes”, sino porque no los quieren ver en parte alguna de Colombia haciendo política demo-institucional crítica.
En casi todas las Veredas, así ha marchado  la construcción de viviendas dizque “suntuosas” exigidas por las Farc.
Y no los quieren ver en parte alguna ejerciendo ese tipo de política por dos razones centrales. Primera, porque, en una etapa de aguda crisis del régimen político cuando el bipartidismo ha empezado de verdad a tocar fondo, buscarán por todos los medios a su alcance evitar la competencia electoral. En la actualidad,  las dos columnas clásicas del bipartidismo, los partidos liberal y conservador, sólo logran triunfar en las elecciones, cuando alcanzan alguna alianza con uno u otro sector de una ciudadanía izquierdista dada su criticidad, democrática  y controladora, que políticamente no ha logrado ser organizada, de modo auto-sostenible, porque en Colombia en esta etapa de su historia  hay más    izquierdistas  que partidos de izquierda.[55] Y segunda razón por la que no los quieren ver practicando una política demo-liberal crítica: porque temen que, al destapar muchas cosas, hasta importantes y altos sectores de los opositores de la paz llegue el  ejercicio de la Jurisdicción  Especial de Paz, pues en Colombia no sólo las guerrillas y el  Estado han tenido una Estrategia de Guerra sino que también la ha tenido uno u otro sector del Bloque en el Poder, como se postuló en el anterior Atisbos, el 255.
En un contexto como el inmediatamente anterior, las desavenencias y pugnas y desencuentros sobre los aspectos logísticos de la adecuación de las ZVTN  adquieren un significado del  todo distinto. La discusión alrededor de estas Zonas han sido muchas y aún con importantes diferencias  entre los mismos amigos de la pacificación y hasta podrán entorpecer procesos importantes de la implementación y, quizás, también pueden ser un preanuncio de incumplimientos futuros del Estado en materia de la construcción de  Paz pero, no han alcanzado la ENORMIDAD POLÍTICA”, que los enemigos del proceso de la Habana le han pretendido asignar.
Este mes de febrero ha sido de mucho debate y agitación en Colombia. De todas maneras, hecha la conciliación entre Senado y  Cámara del Acto legislativo de la JEP y terminadas las Marchas con las críticas y rectificaciones del caso, en el medio ambiente ideológico y sicosocial del país ha quedado la sensación y el sentimiento colectivo de que el proceso de paz efectivamente está avanzando. Pero, a favor o en contra, agreguemos variopintas e importantes notas fácticas: según la Encuesta GALLUP, la favorabilidad de la solución negociada subió al 67% frente al 27% en contra; en este 2016   se produjo en Colombia el número más bajo de homicidios en 32 años, 12.000, lo que, por cierto, no puede atribuirse del todo a la existencia de unas Farc sin armas, pues esa suma- qué lejos estamos de una Holanda con solo 4 y de un Chile con 1.250- están las vidas de “otras dinámicas conflictivas, amarradas profundamente en el tejido social y relacionadas con la economía legal e ilegal”[56]; y para hacer más nítido este fenómeno, cada día se evidencia más, como lo ha destacado el Defensor de Pueblo[57], que en Colombia  se encuentra en marcha una terrible amenaza contra la Paz con dos notables expresiones: de un lado, el progresivo control por parte de estructuras armadas ilegales de los territorios tradicionales dejados por las Farc para implantar en ellos las economías ilegales, y, del otro, la forma como han ido cayendo in situ las personas más opuestas a ese proceso, es decir, múltiples líderes sociales identificados con las causas de la paz, de los territorios, del medio ambiente y de los procesos comunitarios; pero contrastante ha sido el hecho de que Gobierno y Farc han seleccionado a dos figuras mundiales, Pepe Mujica y Felipe González como “Notables” del componente internacional de la verificación de los Acuerdos; finalmente,   en este momento de dolor nacional un Senador del Centro Democrático, Daniel Cabrales, que ya asimiló del todo la enseñanza uribista de un discurso enhebrado alrededor de mentiras vestidas con una casi invisible tela de verdad y de muchas ficciones, dijo, para rectificar después, “según me cuentan la avalancha fue provocada por dinamita explosiva depositada por las Farc. Santos se olvidó de muchas cosas que necesita el país”.[58]
 Por eso, para terminar este Capítulo, hacemos nuestras esta conclusión del comunicador y periodista Alvaro Sierra Restrepo,
La decisión de las Farc de atenerse a lo acordado luce tan inquebrantable que hasta la oposición ha dejado de decir que no va a cumplir. En medio de la apatía urbana y con la mayoría de los medios de comunicación más enfocados en los detalles y los problemas logísticos, tuvo lugar la noticia más importante en medio siglo: 7.000 guerrilleros de las Farc se dirigieron en masa a las zonas donde se van a desarmar, y lo hicieron sin un solo incidente –en este país donde hay muertos después de cada partido de la selección–.Esto es quizá lo más elocuente en estos 100 días: pese al evidente rezago logístico en las zonas veredales, las Farc ahí están. El secretariado marcha hacia la política como una aplanadora. ¿Lo harán al mismo ritmo guerrilleros rasos y mandos medios, en medio de demoras en la aplicación de la amnistía y la adecuación de las zonas veredales o sin claridad sobre su seguridad y las condiciones en las que se reincorporarán a la vida civil? Los responsables de estas demoras están jugando con candela.”[59]


4. Las Universidades  y la Construcción de la Paz:  El SUE, ASCUN,la Alianza de Universidades por la Paz de Bogotá, El Pacto Público por una Educación Superior por la Paz, la Mesa de Gobernabilidad y Paz del Eje Cafetero y REDUNIPAZ han sido las Organizaciones que más han hecho por el trabajo conjunto de las Universidades Públicas y Privadas dentro de una división racional del trabajo para la Paz.

  
El 17 de febrero de 2017, 24 Universidades que conforman EL SUE- Sistema Universitario Estatal- realizaron un taller en la Universidad Tecnológica de Pereira orientado a creación de un Banco de Proyectos de Educación para la construcción de Paz durante la etapa del  postconflicto interno armado[60]; en esta ocasión se adoptó un Decálogo   en el que respaldaron la salida negociada al conflicto armado, se reiteró la responsabilidad social de la Universidad en la investigación de las violencias, la transformación de los conflictos y la construcción de “paces” explicitándose, además, el deseo de que los campus universitarios sean espacios territoriales donde prime la convivencia, el diálogo abierto y respetuoso y se estimule la reconciliación entre los colombianos.[61] De acuerdo con su declaración, en 10 Compromisos concretaron el Decálogo para la Paz. Por otra parte, en esta declaración del SUE se destacó el trabajo que han venido realizando ASCUN, así   La Red de Universidades por la Paz-REDUNIPAZ-, “espacio éste de construcción de Paz originado en 1997 cuando se privilegiaba  la terminación del conflicto por la vía armada”. Por ahora, cabe destacar que REDUNIPAZ, realizó en Popayán en noviembre de 2016 el VIII Congreso Nacional  en el que se definió  que en Medellín se realizaría entre este año  y el 2018 “EL IX Congreso Nacional y IV Internacional”
Pero, no sólo desde la Tecnológica de Pereira, bajo el liderazgo  del profesor Oscar Arango G, se han retomado esfuerzos para el reagrupamiento de Universidades alrededor de la causa de la construcción de Paz. El 9 de febrero de este año, 20 Universidades Públicas y 9 Institutos Públicos firmaron en Bogotá el documento denominado “Pacto Público por una Educación Superior por la Paz”, en el que se convocó a utilizar esta coyuntura de oportunidad del pos-acuerdo para que el conjunto de las Universidades se sacuda y “despliegue la realización de su misión  institucional, obstaculizada por el conflicto”. Bajo el liderazgo de Alejo Vargas, ese Pacto  Público hizo referencia a tres objetivos, fácilmente aceptables por el conjunto de las Universidades, y que el profesor de la Universidad Nacional presentó así,  
“1. Aprovechar esa ventana de oportunidad que significa el período pos-acuerdo para que la Educación Superior “despliegue la realización de su misión institucional, obstaculizada por el conflicto”; 2.Asumir esfuerzos, en los diferentes niveles territoriales, para la reflexión, intercambio y diseño de acciones conjuntas que aporten a los procesos de solución  del conflicto armado, a la construcción de la paz y  a la consolidación de la convivencia en la sociedad colombiana; y 3. Definir   el compromiso de estrechar  vínculos de la Educación Superior con todos los sectores sociales y con las autoridades públicas para desarrollar estrategias que fortalezcan la promoción de valores como la tolerancia, el entendimiento y la confrontación dialogada de ideas, así como la investigación  de los problemas del país, y de las mejores fórmulas para su solución”.[62]
Destacando el valor y la significación de lo que en el nivel central nacional significa este tipo de organización local para Bogotá, destacaríamos ahora que con esos tres oportunos y precisos objetivos es como si el profesor Vargas hubiese estado pensando en la necesaria reactivación de la Organización que él mismo contribuyó a fundar hace 20 años, REDUNIPAZ, que en nuestra opinión debe ser reactivada no sólo porque sea necesaria para  la realización de Congresos Nacionales sino, sobre todo y ante todo, por la imperiosa necesidad de contar, no con una Dirección Nacional Universitaria de la Paz sino con una COORDINADORA NACIONAL OPERATIVA de las variadas acciones de las diferentes Universidades de cada espacio regional, tarea que se podría cum a través de los Nodos Regionales de la Redunipaz. En realidad que ha sido eso lo que ha terminado siendo Redunipaz, una Coordinadora Operativa en pequeño  de tres o cuatro Nodos Regionales muy activos que, cada uno o dos años, realiza un Congreso Nacional. Pero, si en siete u ocho ciudades  de Colombia- por ejemplo, Barranquilla, Medellín, Bucaramanga, Bogotá, Pereira, Ibagué, Cali, Villavicencio- que cubren  espacios donde, de modo hipotético, se crearían las Regiones o Estados Regionales a la manera de la propuesta de Fals Borda y de la Constitución de 1991- se lograra la reactivación de los Nodos Regionales de Redunipaz, éstos podrían actuar  como Coordinadores de las Propuestas y Ofertas  de Educación y de Autoformación por parte de  las Universidades de cada espacio regional. De esa manera, REDUNIPAZ sería una activa Coordinadora de los Nodos  Regionales pudiendo, a partir de éstos, posibilitar unos mejores y más cualificados Congresos Nacionales.
Pero, volvamos a la última parte del importante documento del profesor Alejo Vargas  en el que recoge y precisa variadas experiencias de movilización de las Universidades,
En su opinión en la línea de los tres objetivos señalados se han venido moviendo el conjunto de las Universidades no sólo “para cerrar el ciclo largo del conflicto, sino también para avanzar hacia echar las bases de una democracia moderna”. Enseguida destaca cómo el SUE y ASCUN y la iniciativa promovida en Bogotá de una “Alianza de Universidades por la Paz” en la que han venido participando la Universidad Nacional, Los Andes, E l Rosario, la Javeriana, la Universidad Externado y la Libre, se han venido moviendo en esa dirección. Señala, por otra parte, que es “importante recordar la importante tarea de formación que en el pasado realizaron frente a las desmovilizaciones insurgentes de los comienzos de los 90 la Universidad del Valle y la Pedagógica Nacional”; relieva, además, la tarea estratégica de análisis, debate y pedagogía que se ha hecho desde 1997 cuando un grupo de académicos  de varias Universidades creamos REDUNIPAZ en la Universidad del Valle”; a ello habría que agregar  la tarea que se ha venido realizando en la Universidad Nacional a través del Centro de  Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz en relación con el proceso de la Habana y la disposición que muchas voces universitarias han hecho para colaborar con el ELN, si lo solicita”. Así termina el profesor Vargas su documento: “Todos estos ejemplos desde las instituciones de Educación Superior, que seguramente son insuficientes muestran la intención, el deseo y el compromiso de contribuir desde sus actividades misionales, que son formación, investigación y extensión…en la superación de los problemas estratégicos de nuestra sociedad como la superación del conflicto armado de larga duración , así como en dar su aporte a la construcción de paz, que no es otra cosa que volver realidad la sociedad democrática e inclusiva que deseamos, con una democracia donde el respeto por la diferencia y la pluralidad sean principios reales de vida y no discursos que escondan la exclusión y aún la eliminación-física y simbólica- para los que no  piensan igual”.
Recordar, por otra parte, que el SUE ya ha definido una Ruta de Educación para la Paz. Al respecto, el profesor Oscar Arango  de la UPT[63],  en reunión de Rectores en Bogotá el 17 de marzo, destacó los avances que se han venido dando en esa materia a partir de la creación del “Sistema de Información y Seguimiento a la Implementación de los Acuerdos de Paz”, iniciativa que ha sido acogida por la “Mesa de Gobernabilidad y Paz” del Eje Cafetero, de la que es  Coordinador. Para destacar en su intervención: 1. Los Encuentros que se han realizado con expertos internacionales como Lederach y Kroc con los que se podría hacer un Convenio en el que la activa participación de 32 Universidades del SUE “será prenda de garantía  de pulcritud, rigor y transparencia”; 2. se ha definido que los proyectos a presentar en el Banco Estratégico, a. deben ser presentados por dos o más Universidades; b. pueden tener cobertura regional o nacional; c. deben presentar alguna relación con el Decálogo para la Paz o con los Acuerdos de la Habana; 3. Educación Rural: se ha gestado un consenso: los compromisos con la Educación Superior Rural deben estar a la orden del día en nuestras Universidades y el nuevo Plan Decenal de Educación que prepara el MEN,debe incluir un capítulo sobre formación rural desde preescolar hasta los postgrados incluyendo, además en él los compromisos derivados del Acuerdo del Gobierno con las Farc; 4. El profesor Adolfo Alvarez de la Universidad del Valle  lidera la iniciativa de un Evento Nacional de Seguimiento al primer año de Implementación de los Acuerdos; 5. se acordó    el levantamiento de un inventario de, a. ofertas académicas de pregrado y postgrado; b. investigaciones; c. observatorios de conflictos; d. proyección social y educación continuada; y e. publicaciones y otras formas de intervención  de las Universidades en los temas de la paz; 7. “se requiere   que desde el SUE  se fortalezca el Banco Estratégico de Proyectos y un Fondo de financiamiento de los mismos”; 8. Como producto de un reciente encuentro entre dirigentes de las Farc y algunos Rectores se conformó un Subcomité Técnico del que hacen parte las Universidades del Valle, Nacional, Tecnológica de Pereira y Pedagógica Nacional; entre sus funciones se encuentra la de “concretar  con el Consejo Noruego de Refugiados, el Gobierno Nacional y las Farc el proyecto presentado por la UPN para atender, entre otras necesidades, la Formación de Bachilleres de los Excombatientes”; y 9. es visible, así, la necesidad  de un Convenio Marco con las Farc y de eventuales Convenios regionales asegurando, claro está, el origen de los recursos”.
Pero, ¿cuál es el componente de Educación y de Formación presente en los Acuerdos? En sus 310 páginas las palabras Educación y Pedagogía no son las de mayor presencia, 27 veces la primera y 12 la segunda. Pero, importa recordar que entre los compromisos que no se han cumplido, Timochenko en el texto  ya citado del  18 de marzo señaló que ya debía estar construida “la propuesta de gestión y apoyo para un Plan inmediato de Educación” extendido a las comunidades de la ZVTN según la propuesta  de la Embajada de Noruega”. Pero, pasó la reunión de Cartagena y nada se dijo al respecto. De todas maneras, según el Acuerdo, los programas de educación y pedagogía  debían despegar con la llegada misma de los guerrilleros y guerrilleras a las Zonas Veredales privilegiando, de entrada, los derechos a la salud y a la educación de los menores. Allí en las Veredas, en coordinación con el Gobierno nacional, durante 6 meses  se debían desarrollar programas de educación y de capacitación para el trabajo con orientación de nivelación en educación básica, primaria, secundaria incluyendo en ésta la formación técnica agropecuaria en los grados décimo y undécimo. El Director del Sena, Alfonso Prada, ha señalado que para estos efectos su entidad ya  está preparada con 26 aulas móviles, 114 instructores y diseños curriculares encontrándose en condiciones  para brindar las mismas ofertas  a los pobladores cercanos a las ZVTN; señaló, además,  que en el trascurso de esos 180 días recibirán el estudio de caracterización de la Universidad Nacional sobre la ruta que seguirá cada uno a partir del proceso de Reincorporación. El conjunto de los cursos tendrán un eje transversal ligado a los problemas de la asociatividad, de la cultura de paz  y de la resolución de conflictos y, al final, se les dará una Certificación de Competencias laborales en diferentes oficios manteniendo la mirada de capacitar para un trabajo digno con desarrollo humano.[64] De todas maneras, en la página 26 del Acuerdo Final, en el acápite denominado “Plan Especial de Educación Rural” se encuentran los principios y sub-acuerdos más importantes sobre Educación (Cobertura universal; Modelos flexibles de educación pre-escolar, básica y media; Reconstrucción de la infraestructura  educativa rural; Promoción y permanencia del personal docente calificado; Acceso a tecnologías de información; Gratuidad educativa; Oferta de programas e infraestructura en recreación, cultura y deporte; Acceso  de todos los hombres y mujeres a la formación técnica agropecuaria en la educación media; Disponibilidad de becas condonables; Formación de las mujeres en disciplinas no tradicionales para ellas; Programa especial para erradicar el analfabetismo; Fortalecimiento y promoción de la investigación, la innovación  y el desarrollo científico y tecnológico para el sector agropecuario en áreas disciplinarias como la Agroecología, la Biotecnología y Suelos; Incremento progresivo de los cupos tecnológicos, técnicos y universitarios en las zonas rurales; Medidas Especiales para garantizar la permanencia de las mujeres en el campo; y Oferta de formación técnica y tecnológica y universitaria en áreas relacionadas con el desarrollo rural.[65]
Importa destacar que, simultáneo y casi transversal y paralelo a este Plan Especial de Educación Rural con Enfoque territorial, en el Acuerdo Final están consignadas otras importante ofertas para el conjunto de la población: 1.Creación de una Cátedra de Cultura Política para la Paz; 2. Capacitación a Organizaciones y Movimientos sociales, así como a funcionarios públicos, en los niveles municipal, departamental y nacional,  en el tratamiento y solución-transformación de conflictos; 3. Promoción de la reconciliación, la convivencia, la tolerancia especialmente en las poblaciones más afectadas por el conflicto poniendo especial énfasis en valores como el respeto, la diferencia, la crítica y la oposición política; y 4. Desarrollo y consolidación de un Programa de apropiación del Acuerdo por parte de la sociedad.
El SENA es la herramienta más eficaz del Estado en el postconflicto.
Para este 2017, se puede destacar que el SUE, ASCUN, La “ALIANZA DE UNIVERSIDADES  POR LA PAZ” de Bogotá, “El PACTO PÚBLICO POR UNA EDUCACIÓN SUPERIOR POR LA PAZ” Y La MESA DE GOBERNABILIDAD  Y PAZ DEL EJE CAFETERO, Organizaciones todas  con mayor grado de formalización institucional universitaria,  y REDUNIPAZ, Organización Informal con 20 años de existencia más cercana a los Universitarios en su conjunto– profesores, estudiantes, y empleados- han coincidido en dos puntos centrales: 1. la importancia de continuar impulsando el trabajo conjunto de las Universidades Públicas y Privadas en torno a las diferentes dimensiones del complejo problema de la Paz; y. 2. la necesidad de actuar bajo un criterio de división racional del trabajo por la Paz tanto en lo investigativo como en lo  educativo y en lo proyectivo social respetando siempre las ventajas y fortalezas comparativas de cada Universidad.
En este caso, nos vamos a referir más en particular a las Ofertas educativas de las distintas Universidades, que no son más que una de las dimensiones de la Educación para la Paz: La relativa a un Plan Especial de Educación y Formación de los Excombatientes llámense exguerrilleros, ex-paramilitares, milicianos, agentes del Estado, u otros, civiles en este caso, implicados en delitos con motivo de su participación, directa o indirecta, en el conflicto interno armado. Un grupo de profesores de la Universidad del Valle hemos elaborado una Propuesta Especial de Educación y Formación de Excombatientes para el Suroccidente colombiano (Valle, Cauca, Nariño y Putumayo). Esperamos que el SENA en una primera aproximación  de 180 días haga  su trabajo educativo en las Veredas para, en Convenio con esta Entidad, poder empezar a aplicarla en  la Etapa de Implementación del proceso  de Reincorporación de los miembros de las Farc a la vida cívico-social, que puede durar unos seis años. La propuesta con Marco lógico ya ha sido dada a conocer en el Atisbos Analíticos 255. Por tratarse de una Propuesta bastante amplia e Integral, creemos que ninguna Universidad la pueda o la quiera  ofrecer en su conjunto sino que tendría que ser el resultado de Ofertas Educativo-formativas de diferentes Universidades en cada una de las 8 Regiones de las que hablamos atrás  (Barranquilla, Medellín, Bucaramanga, Bogotá, Ibagué, Pereira, Cali y Villavicencio).Es aquí donde entrarían a operar Los Nodos Regionales de Redunipaz con su trabajo operativo ligado a coordinar las Propuestas Educativo-formativas de cada una de las 8 Regiones.
Para el Suroccidente colombiano la Propuesta que hemos diseñado comprende las siguientes sub-propuestas diseñadas  cada una bajo un enfoque territorial-asociativo,
1.       Programa de alfabetización;
2.       Situación educativa de los menores que, por las razones que sean, ingresaron a las Farc; para trabajarla con ICBF.
3.       Validación del BACHILLERATO DE LOS Excombatientes; la Universidad Pedagógica Nacional ha ensayado ya un modelo y, al respecto, existen experiencias importantes en distintas regiones del PAIS.
4.       Oferta de 20 cursos-talleres de formación para el trabajo y el desarrollo humano- de 600 horas cada uno, todos ellos relacionados con los grandes problemas rurales de colombia y orientados a enraizar a los excombatientes con las culturas rurales; para trabajarlos entre INCOPAZ[66], EL sENa y las correspondientes asociaciones profesionales.
5.       OFERTAS universitarias con sentido de nivelación  DE PREGRADOS EN LOS NIVELES TECNOLÓGICOS Y PROFESIONAL, SOBRE TODO, EN ÁREAS CERCANAS A LA AGROeCOLOGíA, LA BIOTECNOLOGÍA, Suelos rurales, economías campesinas, enfermería, construcción de vivienda rural, turismo rural, medicina tropical, resolución-transformación de conflictos rurales, Deporte rural; para trabajarlas en las diferentes 8 regiones ya señaladas;  al respecto vale la pena tener como referente  el programa profesional de estudios políticos y resolución de conflictos de la universidad del valle .
6.       Con la participación de victimarios y víctimas Realización en los poblados más afectados por las dinámicas del conflicto interno armado en el suroccidente colombiano, de 105 se han seleccionado 34 municipios,  un  taller-diplomado  orientado  a la formación de formadores en dinámicas y procesos de perdón y reconciliación; bajo la coordinación de incopaz, estará a cargo  de dos asociaciones  de  egresados  en sicología y politología.
7.       Oferta de un programa continuo de acompañamiento y ayuda sicosocial y laboral a los Excombatientes.
8.       Manejo de una bolsa de “empleo digno” para todos los excombatientes.




























































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